Son pocos los hombres que han llegado al mundo para quedarse, creando un legado que es conocido en cada rincón del planeta y que se sobrepone a la muerte con su huella en la historia, para dejar su nombre plasmado en la eternidad: Así es Fidel Castro.
El líder de la Revolución Cubana falleció el 25 de noviembre del 2016 en horas de la noche, como lo anunciara su hermano y presidente de Cuba, Raúl Castro, en un mensaje televisivo. Castro acotaba en ese momento que sus restos serian velados y su funeral se haría atentiendo a su última voluntad.
Amado por muchos y odiado por otros, innegablemente su obra marcó un antes y un después en la política latinoamericana e impulsó un modelo de gobierno que era prácticamente desconocido por las clases oprimidas de su natal Cuba: El Socialismo, que buscó crear igualdad económica, educativa y de seguridad para todos los ciudadanos de ese país.
Fue bajo ese concepto que se hizo con el poder en febrero de 1959, a la temprana edad de 33 años, y lo mantuvo durante 49 años, hasta el 2008 cuando por problemas de salud y su avanzada edad (82 años) delegó todos los poderes a su hermano, Raúl Castro, sin separarse en la totalidad de los intereses de su nación. Como bien lo mencionó alguna vez “la Revolución no se hace en un día”
Para conocer más sobre este hombre y su paso por la tierra, es necesario saber más sobre sus casi nueve décadas de vida.
90 años de Fidel
Fidel Alejandro Castro Ruz, como es su nombre completo, nació una humilde granja de la Birán, Municipio de Mayarí, al occidente de Cuba. Su padre, Ángel Castro, era un español que huyó de su país debido a la guerra, y que se instaló en la isla caribeña hasta su muerte.
A pesar de que sus progenitores no sabían leer ni escribir, se percataron de que Fidel poseía una inteligencia innata, por lo que fue enviado a La Habana a los 6 años a cursar estudios en las mejores escuelas, que lo encaminaron hasta obtener su doctorado en leyes, en la Universidad de La Habana en 1950.
Su talento como líder lo llevó a dirigir el “Grupo Movimiento”, un colectivo clandestino contra el gobierno dictatorial de Fulgencio Batista, que culminó con las acciones recordadas como “el asalto al cuartel de Moncada” en 1953, por el que fue encarcelado y condenado a 15 años de prisión.
Durante su juicio se defendió a sí mismo, cuyo alegato conocido como “La historia me absolverá”, se convirtió en un discurso que pasaría a la posteridad, estableciéndose como consigna política para los revolucionarios. En 1955 fue indultado y se exilió en Estados Unidos y México.
Al siguiente año, con una fuerza de apenas 82 hombres, regresó a Cuba, pero 70 de sus compañeros murieron en combate nada más al desembarcar. Castro, su hermano Raúl y Ernesto Che Guevara, se encontraban entre los 12 supervivientes. No obstante, su rebelión llevó a Batista a abandonar el poder en 1959, año en el que Castro asume el poder.
Desde entonces, mantuvo un gobierno durante 49 años, que ha dado mucha tela que cortar e incluso es visto por muchos como una dictadura, igual o peor a la que una vez se opuso tan vehementemente.
Uno de los intentos por derrocarlo fue el que llevó Estados Unidos en 1961, recordado como “La Bahía de Los Cochinos”, que resultó evidentemente infructuoso. Desde entonces, el también conocido como “compañero Fidel” asegura haber sido blanco de 638 atentados contra su vida, tanto dentro como fuera de Cuba.
Injerencia e intentos de magnicidio
Por supuesto, la llegada de Fidel Castro al poder no fue del agrado de los Estados Unidos. En el año 59 el mundo se batía en lo que se llamó la «Guerra Fría» y Cuba estaba en el área de influencia del país norteamericano, que se disputaba la hegemonía mundial con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Con un largo historial de intervenciones, golpes de Estado, magnicidios, desestabilizaciones e impocisiones políticas y económicas, EEUU difícilmente iba a permitir que en Cuba se instalará un gobierno de izquierda y menos por las armas. Así que la llegada del Comandante Fidel marcó el inicio de una larga historia de confrontaciones e intentos de magnicidio fallidos en la isla caribeña.
En un informe del Comité Church del senado de EEUU, se revela que entre 1960 y 1965 hubo al menos 8 complots para asesinar al líder caribeño en los que estuvo involucrada la CIA.
En 1960, por ejemplo, un cubano se ofreció como voluntario pues aseguraba poder acercarse a Fidel a través de su hermano, Raúl, por lo que la CIA le ofreció 10 mil dólares para «organizar un accidente fatal». Sin embargo la operación fue abortada. Otros métodos incluyeron cigarros envenenados o «mujeres fatales» que pudieran acercarse al líder.
La realidad es que Fidel Castro sobrevivió a 15 presidentes estadounidenses, cada uno con su prontuario de intentos de magnicidio fallidos, a saber:
- 38 bajo Dwight Eisenhower.
- 42 bajo Jonh Kennedy.
- 72 bajo Lyndon Johnson.
- 184 bajo Richard Nixon.
- 64 bajo Jimmy Carter.
- 197 bajo Ronald Reagan.
- 16 bajo George Bush padre.
- 21 bajo Bill Clinton.
Fidel y las grandes personalidades
Cuando se piensa en Fidel y su estrecha amistad con reconocidas personalidades que ya han dejado este mundo y que son figuras relevantes en la historia, hace parecer que el legendario cubano vivió más que 90 años.
El premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, declaró: «la nuestra es una amistad intelectual, cuando estamos juntos hablamos de literatura» e hizo innumerables viajes a la isla para compartir con su entrañable amigo.
Para el líder surafricano, Nelson Mandela, era un «viejo un venerado amigo» y además resaltó que «durante todos mis años en prisión, Cuba fue una inspiración y Fidel Castro, una torre de fuerza».
Una de las grandes amistades que sostuvo Castro fue con el astro argentino del fútbol, Diego Armando Maradona, con quien compartió muchos momentos. No en vano el astro lleva tatuado en su piel tanto el rostro del Che Guevara como de Castro. A Maradona se le recuerda una frase en el mundial de 1994 en Estados Unidos, donde declaró «con Fidel Castro me la banco» y de donde luego, curiosamente, sería expulsado por dar positivo en una prueba antidoping.
Y por supuesto, de sus últimas amistades y más emblemáticas, resalta la que sostuvo con el presidente Hugo Chávez. “Fidel es para mí un padre, un compañero, un maestro de estrategia perfecta”, dijo Chávez en entrevista con el diario cubano, Granma, en 2005. Fidel lo describió no solo con un gran amigo para él, sino como «el mejor amigo que pudo tener el pueblo cubano», cuando el Comandante falleció en 2013.
Los ideales de Castro marcaron la vida de grandes mandatarios y artistas, como el Comandante Hugo Chávez, el Che Guevara y el escritor Gabriel García Márquez. De hecho, se dice que el presunto suicido de Salvador Allende se hizo con un arma que le regaló Fidel y que llevada grabada una placa dorada “A Salvador Allende, de su compañero de armas, Fidel Castro”.
Redacción Desde La Plaza