A estas horas, las autodefensas afirman que han retomado el control de Slaviansk, después de los horrores que vivieron ayer, y donde se reporta que fueron quemadas vivas más de 30 personas en esa ciudad.
Ya es una idea casi unánime en el mundo, la guerra civil en Ucrania ya se ha transformado en una crisis global y los sangrientos sucesos de los últimos días ponen fin a cualquier intento de salir de la crisis por la vía diplomática.
«Un derecho internacional vigente que proteja a los débiles sin tener en cuenta si esto les gusta o no a los poderosos, no existe más», afirma el analista político ruso Antón Jáshchenko
«Las autoridades de ese Occidente democrático ni siquiera tratan de salvar las apariencias», escribe el analista. De acuerdo con el politólogo, «no hay ningún diálogo, sino una total ocultación del todo lo que no coincide con su visión del mundo, y una amenaza ofensiva, una provocación que lleva a Rusia a contestar con medidas duras. El mundo nunca volverá a ser igual», lamenta Jáshchenko. «Con los que dieron las órdenes criminales contra su propio pueblo, quemaron a gente viva y dispararon a civiles, no podemos tener relaciones de buena vecindad. Con ellos, en general, no podemos tener ningún tipo de relaciones».
Ucrania tampoco volverá a ser nunca la misma, si antes discutía la federalización de Ucrania, ahora es obvio que nadie quiere quedarse en un país donde los nacionalistas tienen derecho a matar a todos los disidentes. Además las acciones de Kiev autorizan de facto al sudeste no sólo a protegerse por cualquier medio, sino a atacar la capital de Ucrania.
Desde la Plaza/RT/ AMH