Tras el paso del huracán María por la isla de Puerto Rico, fenómeno que causó grandes destrozos, el presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, visitó la localidad de Guaynabo en el país caribeño, generando más polémica.
A su llegada, en un recinto cerrado y repleto de productos de primera necesidad para entregar a los damnificados, Trump comenzó a tirar rollos de papel a la gente que perdieron sus casas, sus bienes, incluso sus trabajos, como si de un balón de baloncesto se tratará.
En un gesto que puede leerse como descontracturado, pero que en medio de una situación crítica no cae del todo bien, reseña ‘La Nación’ en su portal web.
Pero como si humillar a los puertorriqueños fuera poco, el mandatario estadounidense no anunció medidas concretas de apoyo y se centró en el autoelogio, ensalzando los esfuerzos «increíbles» de su administración en la asistencia a los damnificados y en los primeros pasos de reconstrucción de las arrasadas infraestructuras de la isla, según informa ‘El País’.
Por otro lado, Trump le reprochó al Gobierno local la enorme deuda financiera que arrastra, pero afirmó en voz aleccionadora: «Odio decirlo, Puerto Rico, pero ustedes han dejado nuestro presupuesto un poco fuera de control porque hemos gastado mucho dinero en Puerto Rico», señaló el magnate.
Por lo que luego agregó: «Y eso está bien, hemos salvado muchas vidas».
Más fotos de la visita de Donald Trump a Puerto Rico
Vean aquí las reacciones de rechazo tras el gesto humillante de Trump contra los damnificados boricuas.
DesdeLaPlaza.com/Agencias/Rubén Scorche