Seúl detecta un nuevo misil de Pyongyang ¿será cierto esta vez?

Corea del Norte- Prueba de misiles

Corea del Norte posee un nuevo misil anti-buque con un rango de alcance de 130 kilómetros que plantea una «seria amenaza» para parte de la flota militar de Corea del Sur, ha asegurado la cadena pública KBS, que citó a una fuente militar de Seúl.

La Televisión Central de Corea del Norte (KCTV) emitió recientemente imágenes del lanzamiento de unos misiles que podrían ser Kh-35 rusos, según indicó a KBS el mando de las Fuerzas Armadas surcoreanas. El nuevo misil de Corea del Norte «podría plantear una seria amenaza» para las corbetas y los buques de escolta que Corea del Sur despliega en las cercanías de la Línea Límite del Norte (LLN), la frontera marítima que separa a ambos países en el Mar Amarillo (mar Occidental), apuntó la KBS.

Parte de las naves militares surcoreanas en la zona son antiguas y carecen de los equipos y cañones necesarios para interceptar ese tipo de misiles, reveló otro responsable de las Fuerzas Armadas al diario local Chosun. El Ministerio de Defensa de Corea del Sur ha declinado confirmar oficialmente si se trata o no de misiles Kh-35 y rechazó valorar la amenaza que éstos plantearían a la seguridad del país.

Desarrollados en Rusia durante los años 90 y exportados a países como India, Vietnam o Birmania, los Kh-35 viajan bajo las aguas a una profundidad de entre 4 y 15 metros y según los expertos son muy difíciles de interceptar. Los misiles anti-buque más conocidos hasta ahora de Corea del Norte son los Styx, desarrollados por el país comunista en la década de los 50 y con un rango máximo de 80 kilómetros en el caso del modelo más reciente.

En marzo de 2011 el buque surcoreano Cheonan se hundió cerca de la LLN en un naufragio con 46 muertos que el Gobierno atribuyó a un ataque con un misil submarino de Corea del Norte, aunque el régimen comunista siempre ha negado su implicación. Norte y Sur permanecen técnicamente enfrentadas desde la Guerra de Corea (1950-53), que finalizó con un alto el fuego nunca reemplazado por un tratado de paz definitivo.

Desde la Plaza/EFE / AMH