Con la finalidad de que el acceso al conocimiento sea para todos los venezolanos, la Biblioteca Nacional (Caracas) ofrece un servicio de digitalización de libros orientado especialmente a personas con discapacidad visual, quienes pueden escuchar el contenido de un ejemplar, utilizando simplemente lectores de pantalla en su computador.
En entrevista con el equipo de Desde La Plaza, Adriana Rodríguez, responsable de la gestión, nos explicó que estos programas son sintetizadores de voces que verbalizan el texto que aparece en la pantalla, incluso narran en tiempo real las operaciones que se van desarrollando en la computadora.
A pesar de que los usuarios sean invidentes o presenten deficiencias visuales severas, son capaces de interactuar con la máquina desde el teclado a través de la utilización de comandos.
«Debido al auge de las computadoras y lectores de pantalla, muchas personas con discapacidad visual utilizan estos ordenadores para sus actividades académicas y laborales, por lo que tener un libro en sus máquinas y tener el privilegio de poder escucharlo, resulta muy útil para ellos», expresó Rodríguez.
En referencia al proceso de digitalización de libros que desarrolla conjuntamente con su compañero Otto Pereda, Adriana dijo: «nosotros escaneamos el libro y vamos contrastando el digital resultante con el original, a fin de que quede lo más parecido posible al auténtico, es decir, se depuran errores del levantamiento de libros para que el lector de pantalla pueda leer bien el texto».
El producto no es propiamente un audiolibro, pero son ejemplares accesibles para personas con discapacidad visual, que de acuerdo con los planteamientos de Rodríguez, «es una forma de brindar acceso a ese colectivo que no puede leer por su condición».
«También se podría considerar que es una alternativa muy importante porque permite a las personas ciegas manejar un instrumento de trabajo que es de uso común», añadió.
¿Cómo se obtienen estos libros?
Este servicio para personas con discapacidad visual opera conforme a la demanda de los usuarios, quienes pueden solicitar sus libros a través del correo electrónico (spdv.bnv@gmail.com) y si los instrumentos bibliográficos requeridos pertenecen a la colección de la Biblioteca Nacional, la digitalización es gratuita.
Como al fotocopiar o reproducir libros, revistas y demás material protegido por el Derecho de Autor, se incurre en una práctica ilícita, los encargados deben comprobar que quien solicita la herramienta padece de discapacidad visual, por lo que el único requerimiento que se pide es «consignar copia del carnet que emite el Consejo Nacional de Personas con Discapacidad (Conapdis)«, detalló Rodríguez.
Además, precisó que los libros digitalizados pasan a formar parte de una especie de catálogo que ellos difunden periódicamente entre sus usuarios a nivel nacional y emiten un listado vía correo electrónico a sus usuarios, para que las personas que necesitan o requieran un libro pueden hacer la solicitud correspondiente.
Actualmente, el sistema cuenta con 234 títulos digitales de diferentes temas: literatura, arte, religión, derecho, entre otros. Aunado a esto, la institución también ofrece el servicio de impresiones de texto en sistema de lectura braille, pues si una persona con discapacidad visual desea un libro con el método de lectura táctil, puede hacer su pedido sin ningún costo.
El Audiolibro también es una opción
Un audiolibro es un instrumento bibliográfico que está en formato de audio y que puede ser escuchado en cualquier reproductor, últimamente se ofrecen en formato mp3, cuando antes se podían obtener en casette.
A pesar de que existen métodos digitales para crear audiolibros, estos, se elaboran convencionalmente con un locutor que va grabando la lectura del ejemplar bibliográfico y, según Rodríguez no desarrollan esta herramienta porque es un «proceso más complejo» y no cuentan con los recursos necesarios para elaborarlos.
En países como Colombia, México y Argentina, se fabrican de manera masiva estas herramientas que también representan un beneficio para las personas ciegas. Sin embargo, en Venezuela la entidad encargada de elaborar los audiolibros es el Ministerio de Educación en el marco de un programa llamado «Libro hablado». Tratamos de obtener una entrevista con el personal encargado, pero fue negada.
Desde La Plaza/KC