La lluvia metafórica de las lágrimas recorre hoy las calles de Caracas.
Un profundo silencio acompaña al barrio, a la juventud y fuerza de revolución.
Caía la noche del primero de octubre: Unos veían las novelas, otros dormían, pero en una casa de La Pastora mataron en plena luz de la Luna al diputado Robert Serra, ¿quién fue?, aún no lo sabemos.
Siempre quise conocerlo, estrecharle la mano a ese muchacho que tuvo la virtud de expresar –de manera coherente- y con un mismo hilo conductor más de 40 palabras en 30 segundos, sin duda una metralleta de palabras.
Después de aquella aparición en 2007, Robert siempre salía por televisión, incluso tuvo más presencia en los medios de comunicación que los movilizadores populares de ese momento.
El Bernal chiquito
Cada vez que escuchaba su voz o aparecía en alguna entrevista impresa, recordaba aquel parecido tan exacto que tenía con el exalcalde de Caracas y el diputado Freddy Bernal …”Ahí está Bernal chiquito”.
El tiempo pasó y pude verlo a unos 100 metros de distancia, seguía sin estrecharle la mano. Llevaba un jean blanco, camisa roja, Robert era además de líder de la juventud revolucionaria muy atractivo.
Esa vez caminaba por la Plaza Bolívar, llevaba unas libretas y mientras apuntaba en éstas, hablaba por teléfono y saludaba al mismo tiempo.
Deseo ser como él
Saber cuántos libros se leyó Serra para tener esa cantidad de vocablos es imposible contabilizarlo, pero seguro sabía de principio a fin las leyes y constituciones que tuvo Venezuela y los diversos hechos históricos para tener la independencia de nuestra patria.
Su palabra y acción era la mejor tarjeta de presentación de este diputado que ganó las elecciones legislativas en 2010, fue capaz de movilizar más de mil personas para luchar por la revolución.
Por qué la muerte llegó a Robert
Octubre inició con sorpresas chimbas, la muerte tan segura como se define en su personalidad visitó a Robert y a su compañera sentimental. Ella esperó en la puerta de la vivienda que data del siglo pasado, hasta que los criminales amordazaran y con armas blancas despidieran los últimos alientos de la vida de estos luchadores.
El martes 2, Robert apareció en todos los titulares de prensa, esta vez no fue por su verbo contestatario y lucha revolucionaria, sino por su asesinato.
¿Mártir de la revolución?, ¿asesinato intencional?, ¿planes contrarevolucionarios?, tendremos que esperar los resultados que arrojen la rigurosa investigación que muestren los cuerpos de seguridad del Estado para señalar las hipótesis que hoy recorren las redes sociales, las esquinas y hasta las noticias.
…El sol salió y no borra las lágrimas que dejó la lluvia ayer.
Desde La Plaza/RS