Ante la realidad de que las utilidades actualmente valen menos que en años anteriores como consecuencia del impacto de la inflación, el consumidor debe adquirir con ese ingreso los bienes y productos cuyos precios en bolívares se traduzcan en el tipo de cambio que le resulte más favorable, dijo el experto en finanzas personales Henkel García.
Véase también: Sé un consumidor inteligente y sácale provecho a las utilidades (+Tips)
“Lo más conveniente es que antes de comprar se haga la conversión a dólares de los bolívares que vas a gastar y así saber que tan costoso es el artículo”, sugirió el director de Econométrica. Como ejemplo señaló que en la web ofrecen un televisor de última generación de 50 pulgadas en 500.000 bolívares equivalentes a 1.500 dólares, lo cual revela que es una inversión poco acertada cuando no se necesita el artefacto.
Indicó que si bien el poder de compra del salario cayó 40% entre septiembre de 2014 y septiembre de este año, el de las utilidades se recuperó un poco con el incremento del salario mínimo, que gana la mayoría de los trabajadores del sector formal, decretado por el gobierno a partir del primero de noviembre.
Y es que la bonificación de fin de año se calcula con base en el último sueldo devengado por el trabajador. No obstante, el especialista añadió que aún con el aumento de sueldo el poder adquisitivo de las utilidades y aguinaldos de 2015 experimentan un retroceso comparado con 2014.
Debido a la alta inflación registrada en lo que va de 2015 se estrecha la capacidad de maniobra para invertir productivamente la bonificación. “El nivel de precios ha subido tanto que las utilidades no rendirán ni siquiera como el año pasado. La situación afecta al obrero, al profesional y al ejecutivo”, insistió.
García recordó que hace algunos años el venezolano destinaba parte de las utilidades para completar la cancelación de la cuota inicial de una vivienda o para bajar el monto de la hipoteca: hoy esa puerta está prácticamente cerrada.
Sobre la adquisición de un vehículo considera que esa opción es viable solo para quien venda su carro y el dinero obtenido lo utilice para completar el monto de otro auto. Pero ante lo difícil de comprar nuevos modelo, los precios de los usados son altos: un carro 2009 se consigue en 5 millones y 6 millones de bolívares, mientras que una camioneta 2015 vale 35 millones de bolívares.
El economista no aconseja destinar la bonificación de fin de año al pago de la tarjeta de crédito o los préstamos adquiridos para comprar los útiles escolares, así como tampoco cancelar el aumento de las mensualidades del colegio. Únicamente sería recomendable si la deuda represente una parte importante del salario mensual que es indispensable para cubrir los gastos básicos de la familia.
García destacó que con las tasas de interés más bajas resulta poco atractiva la posibilidad de depositar parte de la bonificación de fin de año en una cuenta bancaria, lo cual implica la búsqueda de otras alternativas para proteger el valor de ese ingreso. Entre las opciones mencionó:
1) Comprar dólares oficiales
Pese a los trámites burocráticos y que posiblemente la asignación de dólares sea menor a la esperada, acudir al Sistema Marginal de Divisas es una manera válida para invertir las utilidades y aguinaldos. En este caso, el interesado debe abrir en cualquier banco una cuenta en dólares, respaldada por fondos suficientes en bolívares. Otro requisito para abrir la cuenta es entregar dos referencias personales.
2) Remodelaciones del hogar
El precio de los materiales básicos de construcción como el cemento y la cabilla en Venezuela es competitivo con su precio internacional en dólares, lo cual hace factible efectuar trabajos de remodelación, siempre y cuando se consigan en el mercado. Si se usa cerámica importada el costo de la reparación es más alto. Pintar la casa es otra opción aún con el aumento de precios del producto con respecto al año pasado. La pintura de caucho está entre 3.800 y 9.930 bolívares el galón y en 11.170 bolívares la brillo de seda.
3) Adquirir bienes
Aunque los electrodomésticos son costosos (una lavadora cuesta 330.000 bolívares y una nevera 450.000, si se encuentran) resulta una inversión en la mejora de la calidad de vida, además de que en un ámbito de inflación siempre será más barato comprarlos ahora que después. La gente también se inclina por los celulares, pero su precio es de 100.000 y 150.000 bolívares.
4) Viajar
Si bien está muy limitado y costoso ir al exterior, viajar dentro de Venezuela es una buena escogencia sobre todo por lo benéfico de la recreación y la oportunidad de hacerlo con la familia. No es la opción más barata pero tampoco la más cara.
5) Cena en familia
Navidad y Año Nuevo son fechas para compartir con la familia con una buena cena. La reunión saldrá más cara este año por el alza de los precios de los componentes de la mesa como el pernil, el pan de jamón, las hallacas, los postres y las bebidas, pero García insiste en que siempre es una gran inversión gastar para esos momentos. El regalo del Niño Jesús también es importante para los pequeños.
No alcanza el pago de fin de año
Comprará solo el estreno y juguetes para su hijo
Mariana Delgado, secretaria, de 30 años de edad, destinará las utilidades a comprar el estreno (ropa y zapatos) para las fiestas decembrinas, además del regalo que le traerá el Niño Jesús a su hijo de 9 años. “Todo está muy caro y requiere mucho sacrificio del bolsillo, pero no se puede acabar con la ilusión de estas fechas”, sostuvo.
Delgado trabaja en una empresa de servicios que está en apuros económicos y plantean cerrar, por lo que vive con esa incertidumbre y espera apartar un poco del dinero de la bonificación de fin de año para afrontar un posible período de desocupación y poder cubrir los gastos familiares como el colegio.
“El año pasado compré adornos para el arbolito, pinté la casa e incluso quedó algo para ahorrar en el banco. Este año no será posible”, dijo.
Serán para hacer reparaciones a la casa
La familia ya está en la búsqueda de los materiales de construcción para emprender los trabajos de reparación del piso y los arreglos del baño de la casa, cuyo costo será cancelado con las utilidades. “No creo que me alcancen para más nada”, contó Josefina Chacón, de 44 años de edad, empleada de una empresa de limpieza de oficinas.
“El papá de mis hijos, que trabaja por su cuenta, correrá con el gasto de los estrenos de Navidad para los muchachos”, agregó Chacón, que ve difícil la preparación de las cenas con motivo de la celebración del 24 y 31 de diciembre. “El año pasado me rindió más el dinero, incluso preparé 30 hallacas. Este año con lo caro que se pusieron todas las cosas no las haré, tampoco compraré adornos y menos un estreno para mí”, expresó.
Gastará el dinero en comida para tiempos de escasez
Antonieta Ungaro, analista de riesgos de seguros de 37 años de edad, señaló: “Mis utilidades las utilizaré para comprar comida, con la finalidad de contar con una alacena provista de productos que son muy difíciles de conseguir”.
Añadió que trabaja en una sociedad de corretaje de seguros y vive con sus padres. Para su grupo familiar la prioridad es tener alimentos en cantidad suficiente, sobre todo porque hay un bebé en casa. “Si me queda algo de las utilidades lo depositaré en el banco como lo hice el año pasado”. Destacó que pese a las dificultades económicas su familia celebrará las cenas de Navidad y Año Nuevo por ser una tradición demasiado importante, y los hermanos harán una vaca para comprar lo necesario.
Tomado de El Nacional