Nunca antes había pasado. Una bebé que llegaba en una balza, o patera como se le conoce en España, de inmigrantes sin padres. La niña sin nombre, de apenas 10 meses de vida y ya tiene una historia que contar.
Ha viajado sola en una de las 30 embarcaciones que llegaba este martes a nuestras costas. Quienes han viajado a su lado, han explicado que sus padres se quedaron en tierra, tras un forcejeo con la policía marroquí antes de partir. Eligieron entregarla a otras personas para salvar su vida. Los padres no consiguieron subir a la barca ni conseguir su sueño de cruzar el Estrecho.
Empapada y con una décimas de fiebre fue recogida en una lancha de rescate. Durmió varias horas antes de tomar 2 teteros de leche y ya la llaman «Princesa» de manera cariñosa.
En la agrupación local de la Cruz Roja de Tarifa, una enfermera la recogió y cuidó. Aseguran que ha cautivado a todos los voluntarios. La Junta de Andalucía se ha hecho cargo de su tutela y queda a la espera de que sus padres la reclamen.
Desde la Plaza/La Sexta/AMH