–¡Epa, Chamo! A ver si sabes ¿Qué es esto? – Y le muestro la foto
–Un machete, pues… -Responde sobra’o…
–Nooo mijo, eso es una peinilla…
–¿Una qué?
El que no reconoce una peinilla, jamás padeció de sus dolores.
Así como los chamos no saben que hacer con un casete y un bolígrafo mongol, tampoco saben de represiones, desapariciones, torturas y demás formas de abusos en décadas pasadas. Cosa que nos parece profundamente peligrosa.
Los 80’s
En los años del terrorífico esplendor de la Policía Metropolitana de Caracas (PM), el principal instrumento de represión (al menos mostrado en público) era la peinilla. El instrumento también era usado por la Guardia Nacional.
La Peinilla, en jerga venezolana nada tiene que ver con el peine que en muchos países del caribe se usa en el bolsillo trasero del pantalón para arreglar la melena. No.
Es una especie de sable (aparentemente sin filo), similar a un machete de esos con los que se corta el monte, pero más largo. Los uniformados llevaban estos adminículos a las manifestaciones civiles y con ella zarandeaban a quienes les provocaba.
Aunque -aún no descubro la razón patológica- los rockeros de pelo largo eran la predilección de los pe emes.
A peinillazo limpio
El rock star venezolano Paul Gillman, en diferentes ocasiones ha contado (y recordado) cómo terminaban sus conciertos en la década de los 80. La PM esperaba la salida del público y repartían peinillazos por deporte, además de cortarle la melena a más de uno. Cosa que también hacían… porque les daba la soberana gana.
Sebastian Araujo, ex baterista de la mítica banda Sentimiento Muerto, me contó tomando un café cerca de la Plaza Bolívar, que previo a un concierto se le ocurrió orinar detrás de la tarima en un montecito cercano. Un PM lo vio y le cortó el chorro cuando le atestó un peinillazo. “El tipo no me llamó la atención siquiera”, recordó.
Quién esto escribe, recibió un penillazo siendo estudiante del quinto año del bachillerato, en medio de una manifestación para exigir el cobro del “medio pasaje estudiantil”. Llegó la Policía Regional, no mediaron palabras, lanzaron bombas de gas lacrimógeno y, acto seguido iniciaron la persecución de los estudiantes (todos menores de edad)… El tombo que me alcanzó, mientras yo cubría la salida de una compañera, dobló la peinilla, pegó la punta con el mango haciendo la forma de una mandoca o si lo prefiere más poético, en forma de gota de agua y ¡Zuákata! Me la estampilló en las nalgas. Me arrastré por el suelo como si tuviese un poseído y del tiro me oriné los pantalones. Durante casi un mes debí llevar una almohada en el morral para poderme sentar en el pupitre y pasaron años para que la sábila terminara de borrar la marca del recuerdo.
Ahora bien. Cuando la policía era “sobrepasada”, entraba en acción la Guardia Nacional y menos contemplaciones había.
1999
Será la Constitución Bolivariana de 1999 (1) -y la decisión política del presidente Hugo Chávez- la que prohíbe taxativamente el uso de armas de fuego por parte de los uniformados en manifestaciones públicas pacíficas. Terminando así una era de agresiones contra los ciudadanos desarmados que manifestaban rechazo ante alguna medida gubernamental.
Protestar antes y ahora
“Ahora, salir a protestar contra el gobierno es una mantequilla”. Así opina Arturo Gómez que en los años 80, era estudiante de odontología en la Universidad Central de Venezuela (UCV).
En la actualidad, dice, “la policía va sin armas de fuego, sin gases tóxicos, sin guaymaros. Cuando te agarran, te presentan ante un fiscal, osea, ya no te desaparecen… así cualquiera”.
En febrero de 2008, el gobierno bolivariano emite el Decreto N° 5.895 con Rango, Valor y Fuerza de la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional.
Antes de esto, cada estado tenía una policía y, dependiendo de los presupuestos de cada región, estaban más o menos equipadas. Al nacer la Policía Nacional Bolivariana (PNB) (2) se dispone que tengan estaciones en todas las entidades federales del país y la Ciudad de Caracas.
Quizá los mayores esfuerzos hechos en la construcción de este nuevo cuerpo policial fueron: la formación de los uniformados en Derechos Humanos y el control de los abusos policiales mediante denuncia y los departamentos de asuntos internos.
Ahora bien…
¿Se acabaron los abusos?
Ciertamente no. Sólo que ahora el ciudadano está menos indefenso ante los cuerpos de seguridad o en última instancia, ahora se conocen de castigos a los policías que abusan de su autoridad (3).
Al igual que los comerciantes se la inventan para burlar las regulaciones de los precios, también los uniformados tienen sus “mañas”. Ahora es común escuchar en conversaciones callejeras entre jóvenes en las que aseguran que “meterse a policía es un negocio”.
En la actualidad formas de “matraqueo” más sutil persiste en la cultura policial.
Dos ejemplos no más
a) En la Autopista Regional del Centro (tramo Aragua por ejemplo), a la salida del puente La Cabrera (tramo Carabobo) quien escribe fue detenido por patrullas policiales. En ambos casos ameritaba una multa, pero antes que eso me hicieron la consecuente amenaza de remolcar el vehículo. Cuando ya no quedan salidas para el conductor (sólo o con hijos en medio de una autopista, a cientos de kilómetros de tu casa), uno de los uniformados se acerca y sugiere: la multa son tantas unidades tributarias (y se traduce en bolívares) Nos la pagas a nosotros y es lo mismo…
b) En “temporada alta”, abundan los autobuses “habilitados”. En ellos el pasaje siempre es más caro que en las rutas normales ¿Por qué? Bueno, los choferes deben pagar:
-La habilitación.
-Un “impuesto” por la ruta.
-La revisión de la unidad (sin esto no pueden cargar pasajeros)
-La salida del terminal.
En la ruta son detenidos innumerables veces por patrullas de policía vial. El colector se baja. En cada caso coloca entre la licencia del chofer y el permiso médico de 300 y 500 bolívares. El policía que se acerca, recibe “los documentos”, ni los mira. Agarra los billetes y se devuelve a la patrulla. El autobús arranca.
Viajé en un bus de Barquisimeto a Caracas el 03 enero de 2016. Nos detuvieron 7 veces en varios tramos del trayecto. 7 x 500: 3500 bolos debió sobrecargar a los costos el chofer. Lo más triste de eso es que por quinientos bolos, al policía no le importó si el bus era seguro, si iba a exceso de velocidad, si llevaba alguna carga ilegal o si estaba garantizada la vida de los pasajeros… Nos vende por cinco billetes de a 100.
Revolución Policial
Una vez fundada la PNB, el gobierno bolivariano creó en 2012 la gran misión A toda vida Venezuela para “disminuir las situaciones vinculadas con delitos, las faltas, accidentalidad vial, desastres o emergencias que constituyen amenazas, vulnerabilidad o riesgo, para el disfrute de los derechos de la población, a través de la modificación de las condiciones estructurales y situaciones que las hacen posible, con políticas de prevención y control penal ajustados al derecho…”
Al momento de su creación, recuerda la Agencia Venezolana de Noticias que “el Comandante Chávez dispuso la creación de esta Gran Misión con la prioridad de atender las regiones del país que concentran el mayor porcentaje de los delitos violentos, con base en estudios realizados que determinaron que 75 de los 335 municipios del país concentran el mayor porcentaje de delitos de homicidio con un índice de 86%”.
Los detractores de la política se seguridad del gobierno aseguran que las cifras reales de homicidios no se publican y hablan de Venezuela como el país más inseguro del mundo. Expresión que jamás es acompañada de cifras que demuestren esa tesis.
Cifras de diciembre de 2014 indicaban la disminución del índice de homicidios en el país en 21%.
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Lea la Serie de la 4ta a la 5ta República:
Capítulo #01 De las soluciones habitacionales a las viviendas dignas.
Capítulo #02 La salud en Venezuela: de las fundaciones a Barrio Adentro
Capítulo #03 La educación en Venezuela: de población flotante a Libre de Analfabetismo
Capítulo #04 Transporte: los «guisos» de la cuarta y la veradera inversión en la quinta
DesdeLaPlaza.com / Ernesto J. Navarro