El cardenal y obispo de Mérida, Baltazar Porras, prohibió al Padre Numa Molina que celebrara una misa por una de las víctimas de la violencia promovida por la oposición, pero a pesar de la restricción, la ceremonia se llevó a cabo este sábado.
La misa fue en homenaje del trabajador de la Gobernación de Mérida Luis Enrique Márquez, asesinado el lunes 24 de abril, por pistoleros que atacaron a un grupo de personas que rechazaban un cierre de vías en el sector El Viaducto de la capital merideña.
A través de una nota divulgada por mensajería directa, el padre Molina indicó que Baltazar Porras le había prohibido celebrar la misa este sábado.
“Baltazar Porras obispo de Mérida me prohibió hoy celebrar la misa en el territorio de la Diócesis de Mérida”, escribió el Padre Numa. «La sorpresa fue que Baltazar Porras me informó a través de un jesuita que no me permitía celebrar misa en Mérida. ¿Quien es el dictador?», se preguntó.
DesdeLaPlaza.com/La Iguana/KM