En el año 2012, ocurrió un triste evento en el Estado de Florida. Dos amigos de la infancia, Pedro Bravo y Christian Aguilera, serían los penosos protagonistas. El primero, Pedro, asesinó al segundo, Christian.
Al parecer, Christian, estudiante de origen colombiano estaba saliendo con Erika, la ex de su buen amigo Pedro. Los investigadores del caso dijeron que Aguilar pudo haber sido sedado y asfixiado por Bravo , por lo que acusan a éste último de intoxicar y asfixiar, además de secuestrar, manipular pruebas, dar falso testimonio y transportar indebidamente un cadáver.
El juicio de Bravo, que ya cuenta con 21 años, tuvo su segunda comparecencia ayer, y este no tendría por qué ser un caso que aparezca de nuevo en las noticias, a no ser porque la policía informó, que tras las pesquisas a sus teléfonos, por ejemplo, consiguieron que una vez que Pedro supo que había asesinado a su amigo, le preguntó a SIRI, la aplicación de ayuda de iPhone, qué hacer con un cadáver.
Ayer, el juez, los testigo y el público asistente a la sala de juicios, quedaron boquiabiertos con la sangre fría del asesino.
Desde la Plaza/The Independent/AMH