Conindustria pide políticas cambiarias y de precios que eleven producción
Directivos de la Confederación de Industriales de Venezuela (Conindustria), señalaron que el retraso en la entrega de divisas, la escasez de insumos y materias primas, así como los altos niveles de inflación, limitan el rendimiento del parque fabril del país.
Eduardo Garmendia, presidente de ese organismo, indicó que de acuerdo con la última encuesta sectorial, la industria no petrolera está operando en promedio, a un 50% de su capacidad instalada, y ello incide directamente en la reducción de la producción.
No obstante manifestó que en esa actividad «estamos produciendo al máximo de lo que nos permiten las circunstancias actuales, pero no es suficiente. Se nos agotan los insumos y las materias primas que requerimos de los proveedores internacionales y nacionales. También hay problemas con los envases y los empaques y no conseguimos los repuestos para que nuestras maquinarias y transportes sigan funcionando».
Dijo que ese segmento económico reporta «una deuda total, vencida y no vencida, de 10.000 a 10.300 millones de dólares» con lo proveedores internacionales. Y apuntó que aunque se registraron algunas liquidaciones, «a partir del segundo trimestre empezaron a reducir la velocidad de las asignaciones y la deuda creció nuevamente».
Acompañado por el presidente ejecutivo de Conindustria, Ismael Pérez Vigil, destacó que «las empresas han sufrido fuertes reducciones en sus inventarios de materias primas debido a la falta de divisas para importar».
Esta situación, adicionó Garmendia, «tendrá repercusiones en el abastecimiento de las primeras semanas del año, puesto que las empresas reiniciarán actividades en enero sin material para trabajar normalmente. A esto hay que agregar que, por las disposiciones de la nueva Ley Orgánica del Trabajo, se establecieron más días feriados y eso hace que la reanudación de actividades sea más tardía».
Expectativas
Estiman en Conindustria que el Producto Interno Bruto (PIB) del sector manufacturero reporta una caída del 10% en 2014. «Creo», subrayó su presidente, que la contracción «podría estar en 10% o más».
Este resultado adverso «se puede recuperar, pero ello va a depender de las medidas que se adopten» en el corto plazo. «Debe empezarse por el marco jurídico: si se quiere que haya más actividad industrial, que se respete y se garantice la propiedad privada».
Sugirió a las autoridades la necesidad de «abatir la elevada inflación que agobia a la economía local y acabar con la escasez; esto solo se logra con mayor producción y productividad. Se requiere, a su vez, de políticas cambiarias y de precios que permitan a las empresas aumentar sus niveles de operatividad».
Consideró que debería aplicarse una vacatio legis, (suspensión temporal de entrada en vigor de una ley), las providencias 057 y 003 de la Ley de Precios Justos, referidas a la marcación de precios justos. Precisó que «su redacción es confusa y está creando enormes problemas para el marcaje de los productos, que puede hacer que las empresas paralicen su producción».