La mayor parte de los yihadistas de origen europeo se integran en los grupos más radicales y violentos que operan en el avispero de Irak y Siria. El más poderoso, y también el más despiadado, es el llamado Estado Islámico de Irak y Levante. En una semana, sus combatientes han ocupado 20 importantes ciudades iraquíes, rodean la capital Bagdad y muestran al mundo las atrocidades de que son capaces.
Quieren arrebatar el gobierno de Irak a sus eternos enemigos, los chííes. Los terroristas suníes han tomado el norte del país provocando la huida de cientos de familias y expulsando de sus bases a los militares.
En internet, los insurgentes presumen de haber ejecutado a 1.700 soldados en la ciudad de Tikrit. Una cifra que niega el ejército iraquí.
Los sanguinarios yihadistas del Estado Islámico de Irak y Levante tienen como objetivo establecer un califato entre Siria e Irak.
Dominan ya amplias zonas de ambos países, y avanzan hacia Bagdad. Para proteger la capital, el ejército ha lanzado una contraofensiva que ha acabado en las últimas veinticuatro horas con más de seiscientos yihadistas.
Doscientos de ellos se escondían en un edificio bombardeado hoy en la ciudad de Faluya.
A la batalla se han unido miles de civiles chiíes. Sin apenas formación, han ocupado varios camiones en dirección al frente.
Anoche, recibían ánimos de parte del primer ministro. Nuri al Maliki arengó a los voluntarios advirtiendo a los terroristas que no tendrán «donde esconderse».
Los países de la Liga árabe estudiarán esta semana medidas para contener esta crisis que amenaza la región.
Desde la Plaza/ BBC/ AMH