Tres millones, según se vea, es una cifra cualquiera. Pero si usted dice 3.162.400 votos, en unas elecciones internas, de un partido en el gobierno, que enfrenta una guerra atroz en el sector de su economía, y la arremetida propagandística más feroz que ningún pueblo haya tenido que lidiar, entonces, tres millones es una cifra demoledora.
El gobierno y la militancia chavista antes de hacer análisis, han pedido no bajar el nivel de exigencia, y sobre todo, no defraudar a ese “pueblo bravío”. Antes de la reflexión, la promesa de no desmayar, y re doblar esfuerzos para estar cada vez más cerca y más comprometidos con la gente.
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La oposición en cambio ha tenido dos posturas, que tampoco sorprenden. Desconocer la alta participación, que es lo mismo que despreciar a quienes estuvieron allí, porque como cuando llueve, cuando hay desabastecimiento, cuando la violencia arremete, el pueblo desaparece de la agenda de la oposición. Son sus nadie, son su nada. Por eso el secretario ejecutivo, que antes de su performance político era “el radar de los barrios”, calificó a esos tres millones y más, como “fracasados melancólicos”.
La otra postura, también predecible, es que han usado toda la maquinaria y los recursos del Estado, otra forma de desprecio, porque ellos no pueden comprender que el barrio, el obrero, el indígena, la mujer, y el joven se organicen ellos mismos.
En su imaginario son muy poca cosa para hacer que el “yicero aporte la unidad” para facilitar el traslado de votantes, para esa oposición que cabildea para los empresarios y sus iguales, no existe el músculo desarrollado y articulador del Consejo Comunal, que en efecto aprovecha cualquier actividad para hacer un operativo, médico, de abastecimiento, de registro, de infraestructura.
Para le gente de la oposición que tiene horarios y asistentes, eso es un peculado, no van a entender que así es como se organiza un barrio, que incluso desde antes del chavismo, cuando se celebraba en la cancha el día de la madre, ya se vendían las rifas para celebrar el día del niño. Usted no puede entender lo que no conoce, y pretender representarlo, es muy aventurado, usemos este eufemismo.
La prensa internacional, muy previsible también, mantuvo en standby una declaración que dio el presidente Maduro después de ejercer su derecho al voto, a la 1:00 PM en Venezuela. Esperaban sin duda el fracaso estrepitoso de la jornada, abstención, un muerto, unos “volteaos”, una máquina pistoneando, algo que la providencia les diera, y como no les llegó usaron la declaración del presidente en la que afirmaba que sabrían quiénes habían y votado y quiénes no, nada nuevo bajo el sol, para quien entiende el sistema de votación y ha escuchado unos minutos por lo menos a Jorge Rodríguez, quien ha dicho de todas las maneras posibles que es un proceso interno.
El presidente además agregó que con esos datos mejorarían la movilización para el 6D. Eso es lo que cualquier manual definiría como transparencia, esos medios internacionales proponen que se llame trampa.
Se abre sin duda una jornada de reflexión, ojala podamos estar a la altura del pueblo venezolano, gente de otro nivel…rolo de nivel.
DesdeLaPlaza.com/AMH