De paso por el Cuartel de la Montaña. Fuerza Pueblo, encaremos la tormenta es parte de lo que se vive hasta el 15 de marzo en el 23 de Enero.
Un grupo de cumaneses viene a visitar por primera vez el Cuartel de la Montaña. Se les nota en su cantaíto, “sí, mi compai”. Llegaron temprano y aguardan la hora de la entrada que, según el programa, es a las nueve de la mañana. Sus caras son de alegría. No quieren perderse de nada.
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Un señor saca su Tablet para hacer fotos. En la parada del fuego eterno, les piden que se quiten las gorras y los lentes oscuros. Ahora prohíben hacer fotos en la orquídea, donde reposan los restos de Chávez. Claro que no hago caso y hago mi foto.
De la última vez que vine, han reducido las salas, hasta la capilla se visitaba y se hacía una oración. Se podía hacer fotos tranquilamente. Esta vez, sólo están dos salas, la que tiene la foto gigante del 4 de octubre de 2012, el salón 13 de abril y, el pabellón infantil. En la primera, saqué el grabador y la guía me dice que “no se puede hacer notas de audio”. Lo apago y saco mi libreta, no creo que me diga que no puedo escribir.
Una señora no aguanta y suelta el llanto al ver la foto del presidente Chávez en medio del salón rojo. Otros posan ante el sable del Comandante. La guía los reúne y les pregunta: “¿extrañamos al Comandante Chávez? ¿Cuánto tiempo tenemos que esperar para que nazca otro líder cómo él?” La catira del grupo dice, “nosotros estamos comprometidos a seguir y a defender su legado”. Nuevamente interviene la guía y dice que tuvimos que esperar casi 200 años desde Bolívar hasta el Comandante.
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Luego pregunta: “¿qué está pasando hoy en día en las instituciones del Estado? ¿Por qué hay tanta burocracia en la actualidad? ¿Por qué nos cuesta tanto tener acceso a las cosas que nos dio el Comandante Chávez? ¿Qué creen ustedes? Porque a todos no les llega una misión vivienda, un celular. Ustedes que vienen de Sucre, ¿cómo está Sucre?” El señor de la boina roja dice: “Tienen vicios. De la tarea que se les asigna a los gobernadores, alcaldes o concejales no la cumplen. Necesitamos un Chávez en cada estado. Somos padres y madres dispuestos a profundizar en este proceso y dar la vida si es necesario”. La guía le contesta “es así, debemos ratificar nuestro amor por el país”. “Los nadies” responden y lo hacen con convicción.
A este grupo se les un niños de un colegio de San Martín. Unos llevan puesta una boina azul y una banda tricolor. Me dicen que son de la Sociedad Bolivariana. Investigan de la vida de Bolívar y de los próceres, hacen carteleras e izan la bandera. Entran al salón 13 de abril y luego a la sala infantil El arañero. Le cuentan a la gente de la Biblioteca Nacional, quienes están encargados de la sala, del recorrido que hicieron por la orquídea y de los cuatro elementos. También se preparan para escribir un mensaje, a modo de carta. La inocencia en esas manos exuda sabiduría.
Lo más emocionante es el colgante de mecates amarillos en los que la gente guinda, con alfileres, sus mensajes escritos a puño. “Encaren la tormenta y luego dejen su misiva”. Quienes se animan, a su paso comentan que esperan que el país inicie su pronta recuperación, sobre todo en lo económico, quieren seguir viniendo a Caracas, pero tiene que alcanzar la platica.
DesdeLaPlaza.com / Mayrin Moreno Macías