Casi una semana de desesperación tienen los familiares de las víctimas del naufragio en Corea del Sur, esperando tener respuestas del estado de sus seres queridos, luego de que fueran divulgados los mensajes enviados por algunos estudiantes al momento de la tragedia; la atención se centra ahora en la conducta del capitán y los miembros de la tripulación, cuya actuación condenó enérgicamente la presidenta del país, Park Geun-Hye.
En la declaración de la mandataria no faltaron epítetos: «asesinato», «conducta intolerable», «inaceptable».
Park dijo que el capitán y los tripulantes «deberán enfrentar responsabilidades penales y civiles por su actuación».
El día de ayer cuatro miembros de la tripulación fueron detenidos con lo que la cifra de detenidos ya asciende a siete, entre ellos el capitán.
Hasta el momento se han contabilizado 64 víctimas que lamentar, pero unas 238 personas, la mayoría de ellos niños, permanecen desaparecidas.
Y en medio de los esfuerzos de rescate, han salido a relucir algunos errores humanos que podrían ser clave para entender qué llevo al hundimiento del ferry.
Giro brusco
Las averiguaciones sobre las causas del accidente tratan de determinar si quien comandaba el barco dio un giro brusco que puede haber contribuido a desestabilizar la embarcación.
Uno de los fiscales a cargo de la investigación, Yang Jung-Jin, le dijo a la prensa surcoreana que el capitán dejó el ferry en manos de un poco experimentado tercer oficial, que tuvo que guiar el barco a través de un área de muchas islas y con fuertes corrientes.
Agregó que esta persona con apenas seis meses de experiencia nunca había navegado en esta área, y puede haber realizado un giro radical.
Yang dijo que también buscan determinar si el barco iba a una velocidad más alta de lo usual.
John Noble, un experto británico en salvamento, asegura que la velocidad a la que se hundió el ferry -en unas dos horas estaba totalmente inclinado hacia un lado- puede dar pistas.
El capitán no ordenó la evacuación a tiempo
Mientras tanto, la policía se encuentra analizando los cientos de mensajes enviados tanto por la tripulación como por los pasajeros para tratar de reconstruir la última hora previa al hundimiento del ferry.
Las investigaciones tratan de determinar si la embarcación iba a una velocidad más alta de lo usual. Y uno de los aspectos clave que tratan de determinar es si una orden más temprana de evacuación podría haber contribuido a salvar vidas.
El Capitán Lee Joon-Seok habló tras su arresto el sábado y pidió disculpas al pueblo surcoreano, pero defendió su decisión de esperar media hora antes de ordenar la evacuación.
«La corriente era demasiado fuerte y el agua estaba muy fría y pensé que si la gente abandonaba el ferry insensatamente, aún con un chaleco salvavidas puesto, o hasta sin él, podían ser arrastradas por las olas y enfrentar muchas otras dificultades», dijo el capitán.
«Los botes de rescate no habían llegado ni había otras embarcaciones comerciales cerca en ese momento».
Cuando la orden de evacuación fue emitida, el barco estaba demasiado inclinado para que mucha gente pudiera escapar. Muchos supervivientes aseguran no haber escuchado ninguna orden.
Comunicación confusa
Los investigadores analizan en particular una transcripción de las últimas comunicaciones entre la tripulación y los controladores marítimos.
La comunicación revela pánico e indecisión por parte de la tripulación.
Y no está claro si detrás de esa confusión hay una falta de procedimientos precisos sobre cómo manejar la situación o ineptitud de parte del personal del ferry.
En la transcripción se escucha a un tripulante preguntar repetidamente si hay embarcaciones a disposición para rescatar a los pasajeros en caso de ordenar una evacuación.
Un controlador responde: «No estamos al tanto de toda la situación. El capitán debe tomar la decisión final sobre si evacuar o no a los pasajeros».
El miembro de la tripulación replica: «No, no hablo de eso. Pregunto si los pasajeros son evacuados ahora, ¿pueden ser rescatados de inmediato?».
En otro mensaje, desde el puente del ferry se les dice a los controladores que es «imposible» transmitir instrucciones a las personas a bordo.
«Incluso si es imposible la comunicación, por favor salgan y hagan que los pasajeros se coloquen salvavidas y se pongan más ropa«, responde el controlador del Centro de Servicios de Tráfico de Embarcaciones de Jindo, la tercera isla más grande de Corea del Sur.
Los familiares de las víctimas han exigido respuestas sobre qué pasó exactamente.
Desde La Plaza/BBC Mundo/COM