Lorenzo Mendoza Giménez, presidente de Empresas Polar, destaca en sus discursos que “la visión para la recuperación de la industria en Venezuela pasa por el fortalecimiento de la industria privada y el uso lógico de los recursos del país”. Pero demuestra en cada una de sus alocuciones su vocación especulativa y su profunda ineficiencia.
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El presidente de Polar reveló que su consorcio recibió entre 2004 y 2015 la cifra de 5 mil 954 millones de dólares para pagar sus importaciones. Hasta el 31 de diciembre de 2012, realizó un total de 19 mil solicitudes, lo cual se traduce en 3 mil 664 millones de dólares a tasa preferencial.
Si aplicamos una simple resta por los tres años que faltan del período declarado (entre 2013 y 2015) Polar recibió 2 mil 290 millones de dólares. Es decir en tiempos de guerra económica tuvo acceso a un 40 % más de divisas por año con respecto al promedio anual de 2004 a 2012. En números absolutos pasó de 407 millones de dólares, a más de 763 millones de dólares.
Según el empresario, en 2015 aumentó la producción en una proporción del 5 por ciento. Aseguró que habían crecido pese a todas las dificultades. El problema es que para agosto de 2014, había prometido un aumento del 21 por ciento de la producción de harina de maíz, luego de poner en operación una nueva línea en su planta de Chivacoa.
Es importante resaltar, que la harina precocida representa el 65 por ciento de la producción total de la corporación, por lo que un incremento como el ofrecido no bajaría de 8 mil toneladas. Sin embargo, Mendoza reconoce que sólo logró una cuarta parte de lo prometido, lo que da una ida nítida de su real eficiencia.
DesdeLaPlaza.com/LaTabla/ACR