El Liceo José Manuel Núñez Ponte, ubicado en Maripérez, en Caracas, paraliza sus clases este miércoles 22 de febrero por la situación crítica e insalubre que sufre su infraestructura
Estudiantes, representantes, docentes, personal administrativo y obrero de esta institución se reunieron en una asamblea convocada por la Organización Bolivariana de Estudiantes, OBE, a fin de evaluar las acciones a tomar para exigir a las autoridades pertinentes solventen la situación de insalubridad que se presenta en este liceo capitalino.
Angélica García, profesora de química informó que dentro de los acuerdos a los que se llegó en la asamblea destaca la colaboración y participación de la comunidad estudiantil que involucra a madres, padres y representantes, así como al profesorado, personal administrativo, obrero y al estudiantado en la limpieza y mantenimiento del plantel.
“Tenemos un plan de contingencia, acordamos colaborar con utensilios e instrumentos de limpieza para garantizar en la medida de los posible la higiene del liceo y paliar toda esta problemática, por lo menos hasta el 15 de marzo que es nuestra fecha tope para obtener respuesta de las autoridades, de lo contrario no podremos continuar con las actividades y el funcionamiento del plantel”, enfatizó García.
Héctor Cordero, director del Liceo José Manuel Núñez Ponte, desde hace 15 años, hizo un llamado a la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas, FEDE, y al Ministerio de Educación para que tomen las medidas pertinentes a fin de contar con el mantenimiento correctivo, preventivo y la dotación necesaria que restablezca el normal funcionamiento del plantel.
“En la institución tenemos un problema sumamente grave, en días pasados sustrajeron los fusiómetros de los baños por lo que el agua no llega con normalidad a los baños, eso trae como consecuencia un malestar general tanto en los alumnos como en el personal docente, administrativo y obrero”, indicó.
Cordero refirió que ante el robo que sufrió la institución se colocó la respectiva denuncia ante el CICPC, y además se convocó a Fede quienes asistieron a la institución e hicieron un diagnóstico, pero no hubo solución. “Nosotros no contamos con esos recursos para solventar esto que nos aqueja, por eso el llamado a FEDE”, señaló.
Con relación a la infraestructura en general explicó que necesita mantenimiento, reparaciones y dotaciones: “así como lo hace Fede en otras instituciones, necesitamos que vengan acá. Sabemos que hay 90 liceos públicos en Caracas y que todos requieren atención y recursos, pero no pueden avocarse solo a los más grandes como el Liceo Fermín Toro o el Liceo Andrés Bello. Hay liceos en los que también tenemos situaciones por solventar y nos meten en lista pero nunca vemos los resultados”, subrayó el director del Núñez Ponte.
Hizo un llamado a las autoridades pertinentes para que se escuche la voz de estos estudiantes que claman por un espacio digno para su formación académica. “Todos los estudiantes son iguales, la prioridad son todos los liceos, todos los estudiantes por igual, no hay estudiantes de primera y estudiantes de segunda. Si todos nos avocamos todos nos beneficiamos, porque aquí todos estamos trabajando y apoyando al Gobierno porque el proceso revolucionario tiene que ser para todo el mundo”, enfatizó
Yelida Campos, representante de dos estudiantes de cuarto y quinto año respectivamente, manifestó su preocupación por el mal estado de la institución. “Los baños están inservibles, no es posible utilizarlos, los pupitres están rotos, el comedor no tiene agua para que los niños tengan su comida, está funcionando pero hay que cargar agua y hasta los mismos estudiantes, todos hemos tenido que cargar agua para que pueda seguir funcionando el comedor, y eso es antihigiénico”.
Apuntó que además de solucionar el problema del agua y de los baños, “lo que realmente necesitamos es darle más amor a la escuela, hace años que nadie viene a hacerle un cariñito, este espacio no está apto para que sigan dando clases”.
Por su parte, Wileydy Contreras, vocera de contraloría estudiantil y alumna de quinto año explicó que además de los problemas de infraestructura es necesaria la vigilancia policial en los alrededores del plantel, “Necesitamos un espacio adecuado para nuestro desarrollo y formación, porque el liceo se nos está cayendo encima, hay filtraciones, las paredes están agrietadas, los baños no funcionan, las puertas no sirven, se robaron los fusiómetros de los baños, necesitamos mantenimiento porque en los salones el agua se filtra por las lámparas, además de la inseguridad que es otro problema que se nos presenta y estas no son las condiciones para que nos den clases”, acotó.
Expresó que con esta situación toda la comunidad que hace vida en este recinto estudiantil corre peligro, “cómo permanecemos 4 y 5 horas en la institución si no podemos ir al baño porque podemos agarrar una infección, además del mal olor que sale de los baños, y estamos hablando de nuestra salud, esto nos perjudica a nosotros, pero además si se suspenden las clases también estaríamos siendo perjudicados porque nos atrasa en nuestro desarrollo y nos limita el derecho al conocimiento”, argumentó la estudiante.
Asimismo, Imarú Mijares, madre procesadora de alimentos, quien trabaja en el comedor de la institución aseveró que el plantel se encuentra en “desidia” por lo que las autoridades deben tomar cartas en el asunto, para atender las urgencias y poder contar con un liceo en óptimas condiciones para la educación de los estudiantes.
“Ahorita la insalubridad en la que nos encontramos es muy fuerte, porque tenemos que llevar a los mismos muchachos a cargar el agua, y a veces nosotras las diez madres procesadoras que aquí trabajamos también cargamos agua. Hemos enviado cartas a Fede para que nos arreglen la problemática pero no hemos tenido respuesta, necesitamos que nos arreglen el problema del agua para garantizar el alimento de nuestros muchachos, estamos en decadencia y en vez de ir hacia adelante vamos hacia atrás”, recalcó Mijares.
El Liceo José Manuel Núñez Ponte atiende a una población estudiantil de 859 estudiantes, que reciben clases en 24 secciones de primero a quinto año de bachillerato en el turno de la mañana y en el turno de la tarde, pese a que el problema de la infraestructura es una materia pendiente que arrastra desde hace algún tiempo, esta es la primera vez que se paralizan las clases como medida de presión para exigir la intervención del Ministerio de Educación y poner fin a los problemas que se presentan en el plantel, ya que de lo contrario la institución se vería obligada a paralizar sus actividades a puertas abiertas.
Fotos: José Figueras
DesdeLaPlaza.com/Beriozka Fereira