El Presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, recibió este miércoles en Madrid a Lilian Tintori, esposa del líder opositor venezolano Leopoldo López. Durante el encuentro, el mandatario expresó su preocupación por la situación de encarcelamiento que enfrenta el coordinador nacional de Voluntad Popular.
La nota de prensa de la organización política Voluntad Popular, afirma que Rajoy ha reiterado también la preocupación de la Unión Europea por el juicio de Leopoldo López y la necesidad de respetar la libertad de expresión y el derecho de manifestarse pacíficamente en Venezuela.
No deja de llamar la atención que el señor Rajoy se preocupe por el derecho a la manifestación en Venezuela, teniendo en cuenta cosas que pasan en su país, por ejemplo la situación que viven Ana Outerelo y Tamara Vidal, profesoras de educación física en Pontevedra, España, quienes están condenadas por el gobierno que dirige el señor Rajoy a tres años de prisión por echar pintura en una piscina, durante las protestas por mejoras laborales en su centro de trabajo. Por cierto, Ana está embarazada de 5 meses.
Otro ejemplo sería el caso de Carlos Cano y Carmen Bajo, en Granada, quienes fueron condenados a tres años y medio de prisión en 2012, e ingresaron a la cárcel en junio de 2014, aunque la presión social hizo que quedaran en libertad. Su «delito» fue entrar a un café el día de la huelga general y hacer presión para que lo cerraran bajo la consigna «Chapa y se acaba». Chapa se refiere a algo así como bajar la santamaría del local y cerrarlo.
Se nos ocurre otro caso, también con nombre y apellido, Laura Gómez, de la organización CGT de Barcelona , España, quien fue condenada a prisión provisional, sin fianza, por aparetemente haber cometido destrozos y encender una hoguera durante unas manifestaciones en Catalunya.
De hecho, el 28 de junio de este año, desde diferentes ciudades del mundo se organizaron para concretar una manifestación contra, adivine querido lector, sí, la CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTA EN ESPAÑA, la España que gobierna el señor Rajoy.
También resulta muy llamativo que el señor Rajoy tenga tanta preocupación por la libertad de expresión en Venezuela, teniendo en cuenta que millones de españoles le pidieron consultar si seguían siendo reino o se hacían república, cuando el Rey Juan Carlos dimitió, y ahora millones de catalanes le piden les dejen consultar si siguen o no unidos a España, y la respuesta ha sido siempre la misma: contundentemente NO. O para que nos entendamos, millones de españoles han pedido hacer UNA PREGUNTA, en ambos casos, para responder con un SI o con un NO, y el señor jefe de Gobierno insistentemente ha negado esa posibilidad. Quizás debamos pedírselo los venezolanos, como nos tiene ese cariño tan grande.
La nota de prensa de Voluntad Popular, dice también que el Presidente del Gobierno de España no solo se interesó por la situación de López, sino que expresó su profunda preocupación por la situación general que enfrenta Venezuela, país por el que afirma sentir altísimo cariño y que es hogar de miles de ciudadanos españoles. Ya podemos dormir tranquilos los venezolanos, porque todo parece indicar que el señor Rajoy siente más cariño por Venezuela que por España, aunque tal vez no.
No es de buena educación dudar de la estima, pero la fuerza de los hechos da muchos argumentos porque el señor Rajoy era «el delfín» del señor Aznar, sí, aquel señor con bigote que felicitó al «electo presidente» Pedro Carmona Estanga, y que por cierto tiene hoy al 75% de los hombres fuertes de su partido sentados en salas de tribunales por delitos de corrupción y blanqueo de capitales.
Es muy posible que el señor Rajoy o la señora Tintori tengan las ideas un poco confundidas, y entre afanes, cariños y preocupaciones, no se note mucho, y se entienda menos, el contenido y el objetivo de su encuentro. Parece incluso que para los medios españoles, muy amigos del matrimonio López Tintori, aquel encuentro no haya sido más que una animosa tarde de café y despechos, porque la cobertura mediática ha sido muy poco generosa.
Aunque si lo pensamos bien, puede que casi seis millones de desempleados, las inminentes protestas estudiantiles por la privatización de la educación, los escándalos de corrupción, las violaciones de derechos humanos a los inmigrantes en la cerca de Melilla, la crisis sanitaria puesta en evidencia por la enfermera contagiada de ébola, el 12% de trabajadores que vive bajo el umbral de la pobreza, el afán independentista de Catalunya, el arrollador ascenso de una agrupación política que se llama Podemos, y los escándalos que vinculan al PP – organización política del señor Rajoy y su gobierno- con el «Pequeño Nicolás», que ya se presiente como uno de los mayores escándalos de la política europea, tengan sobre exigidos a los medios españoles, a los amigos y no tan amigos de la señora Tintori.
No dice la reseña de Voluntad Popular si la señora Tintori comentó algo de los más de 40 muertos que dejaron en el país, las febriles aspiraciones de su esposo.
Desde la Plaza/Voluntad Popular/AMH