La opinión pública nacional e internacional asistió este viernes, sin sorpresas, pero con gran asombro, a la alocución del Ministro del Interior Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, quien desveló la nueva fase conspirativa, y de profundos rasgos violentos, de grupos de la extrema derecha nacional a internacional, contra el gobierno revolucionario.
Un entramado de peligrosas iniciativas nacionales e internacionales, en el que participan personajes nefastos como el ex presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, a quien se le responsabiliza por hechos tan graves como las fosas comunes que siguen apareciendo en la hermana república, o el escándalo de los falsos positivos, además de una larga y oscura historia de relaciones con el narcotráfico y el paramilitarismo colombiano.
Algunas de las líneas de acción de los planes golpistas, que reveló el Ministro, son los ataques a Venezuela en materia de derechos humanos a través de los oficios de los denominados «próconsules» -como la exdiputada María Corina Machado, quien viajó a varios países desprestigiando al Gobierno revolucionario- con una agenda con graves señalamientos de violaciones de derechos humanos, y oficiales implicados en narcotráfico, sin ninguna prueba admisible de estas graves acusaciones.
El Plan Insurreccional, descrito por el Ministro, también articula la participación de otros ex presidentes, financiamiento de organizaciones estadounidenses como la NED, Canvas y Freedom House, así como la ejecución de éstos hechos por personajes de la vida pública nacional venezolana, como Humberto Prado, a quien se le señala como líder de las acciones que generaron la crisis carcelaria en el año 2012.
Rodríguez Torres informó que hasta la fecha van 58 detenidos de otras nacionalidades implicados en el uso de armas por las llamadas «guarimbas» golpistas en Venezuela. La cifra evidencia la presencia de mercenarios «que no tienen nada que perder y cobran para cumplir su misión»; pero también señaló que a muchos de los detenidos se les han incautado sobres con dinero destinado al financiamiento de las acciones de calle. Estas acciones las dirige un personaje conocido como «El Aviador»,y pagan a los grupos violentos para que mantengan el proceso desestabilizador.
Desde la Plaza/ teleSur/ AMH