El Estado Islámico (EI) quizás entendió que el valor del «Yihadi John» ha disminuido tras su desenmascaramiento. El terrorista británico de origen kuwaite teme que sus compañeros yihadistas estén celosos y puedan conspirar contra él. Por eso, el responsable de haber decapitado a rehenes estadounidenses y japoneses se fugó del EI.
Así, Mohammed Emwazi, según la prensa británica, ya no estaría siendo perseguido solo por los militares británicos y americanos, sino también por sus compañeros militantes del Estado Islámico. Los terroristas harán «como una piedra o algo peor si sienten que ya no les sirve de nada», aseguró la fuente. «Así que es posible que termine sufriendo la misma suerte que sus víctimas», aseguran.
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Se cree que Emwazi pudo unirse a un grupo yihadista menos conocido en Siria para tratar de pasar inadvertido.
Su identidad fue revelada el pasado febrero
Mohammed Emwazi, de origen kuwaití, fue criado en el oeste de Londres, algo que delataba su acento británico. Se cree que es quien llevó a cabo las ejecuciones de Steven Sotloff, David Haines, Alan Henning y Abdul-Rahman (Peter) Kassig. Aparecía en las grabaciones con la cara tapada y vestido completamente de negro.
Según informa la BBC, Emwazi era conocido por las fuerzas de seguridad y servicios de inteligencia desde 2011, algo que refleja la aparición de su nombre en documentos relacionados con investigaciones sobre yihadismo.
El Washington Post asegura que venía de una familia ‘de bien’ y que estudió programación en la universidad. Se cree que es amigo de un hombre que viajó a Somalia en 2006 y que colaboró con al Shabaab.
De acuerdo al medio americano, Emwazi viajó a Siria en 2012 y se unió entonces al EI. El FBI americano ya aseguró hace meses tener identificado al terrorista, pero no se había hecho pública la información.
DesdeLaPlaza.com/AP/AMH