Datos de millones de antiguos y actuales empleados del gobierno de Estados Unidos se habrían visto comprometidos por el ciberataque que la Oficina de Gestión de Personal de la administración estadounidense (OPM, por sus siglas en inglés) habría sufrido desde finales del año pasado.
El ciberataque, que en un principio el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) había dicho este jueves que podría afectar a unos cuatro millones de personas, parece haber sido mucho más masivo, llegando a afectar a personal de casi todas las agencias federales.
No obstante, funcionarios de los departamentos legislativos, judicial y militar no habrían sido víctimas de la intrusión informática.
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El ataque podría venir de China, según publican los principales medios del país, citando fuentes de la investigación del caso que lleva el FBI.
El ataque fue descubierto el mes de abril pasado y habría expuesto desde información bancaria de los empleados, a asignaciones o entrenamientos recibidos.
«Tenemos mucha información sobre las personas, y esto es algo que nuestros adversarios quieren», comentó a la prensa la responsable de información de la OPM, Donna Seymour, sobre un ciberataque que se suma a otras grandes incursiones que ha sufrido en poco tiempo el gobierno.
La semana pasada la agencia tributaria (Internal Revenue Service, IRS) anunció que los datos de 100.000 contribuyentes podrían haber sido robados por parte de organizaciones criminales para reclamar reembolsos fraudulentos usando la información de las declaraciones de renta de los afectados. El IRS apuntó que el ataque pudo ser de origen ruso.
Ya el año pasado, la Casa Blanca y el Departamento de Estado descubrieron un ataque en el sistema de correo electrónico, entre ellos correos no clasificados del presidente estadounidense, Barack Obama.
En verano, también se dio a conocer una intrusión en los datos de decenas de miles de empleados que podían comprometer información de agentes encubiertos o de científicos.
DesdeLaPlaza.com/El País.es/AMH