Con 55 votos a favor 22 en contra, el Senado de Brasil aprobó la madrugada de este jueves el inicio de juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff.
Esto implicaría que la mandataria será separada de su cargo durante un lapso de seis meses.
La propia Rousseff ha señalado que la verdadera intención de los factores de derecha que impulsan este proceso es darle un golpe de Estado, debido a que hasta los momentos no hay pruebas en su contra.
El actual vicepresidente del país, Michel Temer, del Partido Democrático do Movimento Brasileiro (PMDB), será quien asuma la jefatura del Estado.
Si durante los 180 días en que la presidenta será separada del cargo el Senado reafirma su acusación, se llevará a cabo una sesión que estará presidida por el jefe del Tribunal Supremo de esa nación y en la que se someterá a votación la destitución permanente de Rousseff.
Escenario actual
Tras la destitución por 180 días de la jefa de Estado brasileña, el vicepresidente Michel Temer asume la presidencia. Él junto a Eduardo Cunha, presidente de la Cámara de Diputados, son los principales propulsores de este proceso.
El juicio deberá iniciarse a mediados de este mes. De declararse inocente a Rousseff ésta retomaría sus funciones con total normalidad.
En el caso contrario, de ser declarada culpable, Michel Temer quedará a cargo de la presidencia hasta el 2018, año en que deben realizarse nuevas elecciones.
Dilma Russeff es el segundo presidente a quien se le abre un juicio político en Brasil, luego de la caída del régimen militar (1964-1985). El primero fue el liberal Fernando Collor de Mello, quien en 1992 fue declarado culpable de corrupción y separado definitivamente d su cargo.
DesdeLaPlaza.com/Agencias/RAL