Dilma Rousseff asumió este jueves su segundo mandato como presidenta de Brasil, tras ser reelecta el pasado 26 de octubre de 2014 en segunda vuelta electoral con más de 51% de los votos.
La mandataria Rousseff, durante su acto de investidura, prometió al pueblo brasileño mantener la unión, la integridad y la independencia del país que gobierna. «Prometo mantener, defender y cumplir la constitución de Brasil», aseguró.
Destacó que desde que tomó la presidencia se han rescatado 22 millones de brasileños de la pobreza. “Nunca tantos ascendieron a la clase media. Nunca el salario mínimo y los demás se valorizaron con tanto tiempo y con tanta fuerza. Nunca tantos brasileños se volvieron dueños de sus propias casas”, manifestó.
En ese sentido, aseguró que fue reconocida a la presidencia de Brasil para continuar los grandes cambios que comenzó el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el país. «Y no voy a traicionar este llamado», agregó.
Aseguró que el fin de la miseria es solo uno de los grandes cambios que le espera a su país, por ello señaló que continuará con el proyecto político que planteó hace cuatro años cuando inició su primer mandato presidencial. «Llego el momento de mejorar lo que está bien, corregir lo que sea necesario y hacer lo que el pueblo espera de nosotros», enfatizó.
«Ahora tenemos que luchar para ofrecer lo máximo posible», sostuvo.
Durante su discurso, Rousseff reiteró la importancia del concepto de “democratizar el poder” y en generar autonomía entre las instituciones. En ese sentido, propuso un “gran pacto nacional” en contra de la corrupción y convocó a todos los sectores sociales, políticos y económicos a que se sumen a esa lucha.
Resaltó también que actualmente la reservas nacionales del país se encuentran en niveles históricos, alrededor de 370 mil millones de dólares, la tasa de desempleo ha disminuido durante su primer mandato, pues se generaron 5 millones 800 mil empleos formales. «Vamos a crear, mediante la acción firme y sobria, un ambiente aun más favorable para los negocios de la actividad productiva», explicó.
Asimismo, reafirmó su compromiso en la defensa de los derechos de los trabajadores y pensionados brasileños.
«Brasil, patria educadora»
A su vez, adelantó que propondrá un proyecto de ley que regule los mecanismos de transición entre las categoría de ley simples y otros regímenes tributarios. «Vamos a acabar con el abismo fiscal», aseveró.
«Vamos a priorizar el desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación, vamos a estimular y fortalecer las alianzas con el sector productivo y nuestros centros de investigación en nuestras universidades», detalló.
Puntualizó que a partir de este año se implementará una nueva cartera de inversión en logística, energía e infraestructura social y urbana, combinando la inversión pública y principalmente las alianzas privadas.
Reafirmó su compromiso de apoyar a los estados-municipio de la nación para desarrollar la infraestructura del transporte colectivo e indicó que cuenta con un presupuesto de 143 mil millones de reales para obras de movilidad urbana para todo Brasil.
Anunció que el lema de su nuevo mandato refleja cuál será la gran prioridad de su gobierno: «Brasil, patria educadora». yb resaltó la necesidad de democratizar la educación en todos sus niveles.
Detalló que continuará afianzando las relaciones con los países de América del Sur y el Caribe para fortalecer el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), así como con África, Europa y Asia, «sin discriminación de ningún tipo ideológico».
“Lo posible se hace ahora, solo los milagros se hacen para después”, concluyó.
Desde la Plaza/Andrea M. Ballesteros