Durante la sesión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA), llevada a acabo este 23 de junio, un total de 20 países votaron a favor de discutir el informe presentado por Luis Almagro con la intención final de que se activara la Carta Democrática Interamericana (CDI) versus 12 en contra y dos abstenciones. En definitiva no hubo votación para la activación de la carta, lo que muchos analista consideran una derrota definitiva para las intenciones de intervención de Almagro en la política interna venezolana.
Previamente la Canciller venezolana Delcy Rodríguez, se opuso contundentemente a la activación de esta Carta:
«Venezuela se opone a la aprobación del orden del día, Venezuela está viviendo un día muy peligroso para su expediente. El secretario de esta organización está promoviendo un golpe de Estado, facilitó los salones protocolares para que se solicite la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela».
Con la activación de la CDI, convocatoria hecha a principios de junio por Luis Almagro, secretario general de la OEA, se abre un proceso de reuniones y votaciones que podrían acordar la suspensión temporal de Venezuela y del ejercicio de su derecho de participación en esta organización internacional.
El embajador Bernardo Álvarez, representante permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la OEA, aclara que la Carta Democrática Interamericana es una Resolución de la Asamblea General del organismo, no es un «tratado», no obstante genera compromisos a todos los Estados Miembros y a los Órganos de la OEA, incluida la Secretaría General.
La Carta Democrática, afirmó, parte de un supuesto de hecho: corresponde al Estado concernido, entiéndase Poder Ejecutivo (gobierno) activar este mecanismo de presión internacional. Aspecto éste fundamental que respeta la soberanía de los Estados y el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados Miembro de la OEA.
¿Qué consecuencias traería para el país la activación de la CDI?
En el portal web noticias 24, a través de un video publicado menciona, que para la oposición venezolana, la activación de la Carta Democrática limitaría la capacidad de ejecución del gobierno, mientras que para el Ejecutivo Nacional, esto representaría libertad de acción y no afectaría las políticas y programas sociales.
¿En qué consiste La CDI?
Es un mecanismo que se aplica en el caso de que se produjera una ruptura del proceso político institucional democrático o del legítimo ejercicio del poder por un Gobierno democráticamente electo, en cualquiera de los Estados miembros de la organización.
Venezuela se ve amenazada una vez más, por el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, tras realizar este martes la solicitud de activación del procedimiento para abrir la Carta Democrática del organismo contra la nación suramericana.
Almagro en un informe de 132 páginas recurrió al artículo 20 de la Carta para “solicitar la convocatoria de un Consejo Permanente de los Estados miembros entre el 10 y el 20 de junio de 2016”, para según él «atender a la alteración del orden constitucional y cómo la misma afecta gravemente el orden democrático”.
Dicha afirmación de supuesta alteración existe en las denuncias de la Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría opositora, y por sus mismas conclusiones parciales.
La ‘salida’ parte II
El informe publicado por Almagro, afirma que “La Secretaría General de la OEA considera que la crisis institucional de Venezuela demanda cambios inmediatos en las acciones del Poder Ejecutivo (…) a riesgo de caer en forma inmediata en una situación de ilegitimidad”.
El documento describe la guerra económica que vive el país como una «crisis humanitaria que afecta el goce de los derechos sociales».
DesdeLaPlaza.com/Agencias/Rubén Scorche