Hay que estar muy pilas con lo que les escribiré a continuación, es increíble pero cierto y por mala suerte se está volviendo nuevamente una moda el comportarse de esa manera con otras personas, no permitamos que esto nos afecte pero tampoco podemos hacernos de la vista gorda y pretender que no pasa. Situación muy desagradable y de total repudio a la que nos enfrentamos cuando migramos, y es que este fenómeno existe en muchas formas, seguramente te sorprenderías de lo extensa que es la lista.
Uno el Venezolano, en general, estamos acostumbrados a tratar a todos los que conocemos por igual, sin importar el color de piel, creencias religiosas o nivel económico, somos antiparabólicos con esas cosas pero, como nunca falta un bendito pero, cuando nos mudamos a esos países del «primer mundo», por ejemplo, nos damos cuenta que es otro gallo el que canta.
El racismo, en sus diferentes manifestaciones, suele ser de las cosas más desagradables con la que nos encontramos por esos lares. Le pasa a más de uno que por el simple hecho de no hablar el idioma de la región que escogió para su nueva vida, de una vez es denigrado, maltratado y humillado, y es que esa enfermedad mental, así la catalogo yo en lo personal, es una de las enfermedades que para mí no tienen cura y posiblemente no la encontremos nunca por desgracia, cada vez más y más se ven manifestaciones de este tipo en muchas partes del mundo, gente despreciando a otros por su color de piel, por su creencia religiosa o por su nivel económico, todos somos iguales, venimos del mismo sitio y para el mismo lugar vamos cuando se nos acabe el turno en esta vida.
El latinoamericano es un ser humano muy amigable, exceptuando algunas regiones de la zona que no nombraré, pero que se ve racismo y del puro, lo he presenciado y vivido en carne propia, es una vaina que a nadie se la deseo, se siente muy feo ver a tus semejantes tratando con desprecio a otros por estupideces como prejuicios o estereotipos impuestos por una «sociedad» no tan social.
No te digo esto con la finalidad de asustarte para que no te vayas, al contrario, es para que estés preparado(a) contra cualquier evento de este tipo, son frecuentes, inesperados y totalmente repudiables, una forma muy efectiva de enfrentar estas situaciones es explicándole a esos enfermos y enfermas que se creen la última yuca del sancocho, es que cada uno sobre este planeta somos nacidos sin absolutamente nada de valor encima, crecimos en diferentes hogares pero sin duda, usted que no distingue de credos y sabe tratar a la gente con respeto, solo por el simple hecho de ser seres humanos, fue criado en un hogar donde reina el amor, la unión y que usted es orgullosamente latino y que los demás se laven ese paltó porque los crío una computadora y un televisor, programas y noticieros que no tienen una pizca de humanidad, y que en su familia seguro les falta educación y buenos modales. Ya Dije.
DesdeLaPlaza.com/José Miguel Sequera