El papa Francisco volvió a pedir hoy a los dirigentes religiosos, políticos e intelectuales, especialmente musulmanes que condenen cualquier interpretación fundamentalista y extremista de la religión que pretenda justificar la violencia.
Durante un encuentro en el Vaticano con miembros del Cuerpo Diplomático ante la Santa Sede, el Sumo Pontífice condenó el terrorismo de carácter fundamentalista y afirmó que «el fundamentalismo religioso, antes incluso de descartar a seres humanos perpetrando horrendas masacres, rechaza a Dios, relegándolo a mero pretexto ideológico».
Francisco aludió a la masacre perpetrada el 7 de enero contra el semanario francés Charlie Hebdo, donde doce personas fueron asesinadas, para criticar la «cultura que rechaza al otro, que destruye los vínculos más íntimos y auténticos, acaba por deshacer y disgregar toda la sociedad y generar violencia y muerte».
«Hay un tipo de rechazo que nos afecta a todos, que nos lleva a no ver al prójimo como a un hermano al que acoger, sino a dejarlo fuera de nuestro horizonte personal de vida, a transformarlo más bien en un adversario, en un súbdito al que dominar», lamentó el obispo de Roma.
«Esa es la mentalidad que genera la cultura del descarte que no respeta nada ni a nadie: desde los animales a los seres humanos, e incluso al mismo Dios. De ahí nace la humanidad herida y continuamente dividida por tensiones y conflictos de todo tipo», prosiguió.
Además, volvió a recordar a los 132 estudiantes que perecieron en diciembre en la escuela de Peshawar, en el noroeste de Pakistán, a causa de un ataque talibán, un suceso que calificó de «crueldad inaudita».
El papa Francisco hizo un llamado a la comunidad internacional para que una sus esfuerzos contra la violencia y en defensa de la paz.
«Es necesaria una respuesta unánime que, en el marco del derecho internacional, impida que se propague la violencia, restablezca la concordia y sane las profundas heridas que han provocado los incesantes conflictos», sostuvo.
Estados Unidos, Cuba, Colombia y Venezuela
Francisco apreció el fin del «silencio recíproco» entre los Estados Unidos y Cuba, dos países a los que citó como ejemplo de que el diálogo «puede verdaderamente edificar y construir puentes».
El pontífice mencionó «algunos frutos de paz» que demuestran que «la cultura del encuentro es posible».
«Un ejemplo que aprecio particularmente de cómo el diálogo puede verdaderamente edificar y construir puentes es la reciente decisión de los Estados Unidos de América y Cuba de poner fin a un silencio recíproco, que ha durado medio siglo, y de acercarse por el bien de sus ciudadanos», expresó.
Las palabras del papa se conocen casi un mes después de que se conociera la mediación del Vaticano entre los dos países, que condujo al anuncio, el pasado 18 de diciembre, de la reanudación de sus relaciones.
Entre los encuentros y diálogos que Bergoglio miró con optimismo para el año 2015 citó también la situación de Colombia y de Venezuela.
Así, animó «los esfuerzos realizados para lograr una paz estable en Colombia» y «las iniciativas encaminadas a restablecer la concordia en la vida política y social de Venezuela«.
Desde La Plaza/EFE/COM