El Gobierno de Hungría analiza cómo podría utilizar al Ejército para garantizar la seguridad en la frontera sur, hasta donde han llegado miles de refugiados que aspiran a entrar en la Unión Europea, según ha reconocido este miércoles un portavoz del Ejecutivo, Zoltan Kovacs.
Además esta mañana, la Policía ha empleado gases lacrimógenos ante los altercados que han estallado entre inmigrantes y solicitantes de asilo en un centro de recepción, según ha informado la cadena HIR TV
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«El Gobierno y el gabinete de seguridad nacional han debatido la cuestión de cómo podría utilizarse al Ejército para proteger la frontera de Hungría y la de la UE», ha dicho Kovacs, que ha aclarado de que cualquier decisión definitiva recae en el Parlamento.
La mayor crisis de refugiados que vive Europa desde la Segunda Guerra Mundial está dejando escenas de desesperación en los países del este, donde miles de personas se arriesgan a pasar varias fronteras en una peligrosa y larga ruta hacia el centro y el norte del continente.
En el caso de Hungría, un gran número de inmigrantes y solicitantes de asilo llegan desde Serbia. Muchos aprovechan los huecos de la barrera aún sin acabar que ha ordenado levantar el Gobierno de Viktor Orban para llegar a territorio húngaro.
En lo que va de año, Hungría registró 100.000 demandantes de asilo, más del doble del total de 2014, y muy superior a los 2.000 de 2012.
Las cifras aumentaron bruscamente en agosto a unos 1.500 al día, después de que el gobierno conservador de Hungría anunciara que iba a instalar una valla de alambre de espino en su frontera sur, colindante con Serbia.
DesdeLaPlaza.com/Europa Press/AMH