Hungría cerró este lunes el principal paso fronterizo con Serbia, por donde ingresaban al país miles de refugiados, horas después de que Austria, Eslovaquia y Alemania anunciaran el restablecimiento de los controles en las fronteras.
Para ello la policía húngara comenzó a impedir la entrada de desplazados a través de su frontera sur con Serbia, donde estaban cerrando el último hueco que quedaba en la cerca alambrada que separa ambos países. Así lo afirmó, la agencia Efe.
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Antes del Cierre pasaron miles de personas
El «hueco», de 25 metros de ancho, cobró importancia desde que Hungría construyó una valla alambrada en los 175 kilómetros de su frontera con Serbia. Ahora, será cerrado con una especie de portón que abrirá solo cuando tenga que pasar un tren. Cientos de refugiados iban caminando paralelo a la valla, con el aparente objetivo de encontrar una nueva entrada hacia Hungría.
De igual manera en la localidad de Roszke, las autoridades ha colocado una barrera humana dispuesto con 25 agentes de seguridad que cierran el paso a los refugiados que van llegando desde el país vecino y envían a los inmigrantes al cruce oficial, donde únicamente los refugiados sirios pueden pedir asilo.
Un oficial de la policía magiar, que se encuentra también en el mismo lugar, ha confirmado que a partir de ahora ya no se permitirá la entrada de ningún refugiado a Hungría.
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En cuanto a la norma, uno de los detenidos por una autoridad de la nación húngara vociferó, «Vamos a seguir la valla hasta encontrar otro hueco», mientras otro decía: «esto no me va a parar. He cruzado mar para llegar hasta aquí».
Mañana entra en vigor la nueva ley de inmigración, que prevé tres años de cárcel o la expulsión del país a quien cruce ilegalmente las fronteras del país europeo. En caso de ser detenidos, los inmigrantes podrían ser condenados a tres años de cárcel o expulsados del país.
Unos 200 mil migrantes llegaron a Hungría este año, de los cuales 5 mil 809 únicamente el domingo y 5 mil 353 el lunes antes del mediodía, según las estadísticas oficiales húngaras.
Los refugiados dividen a Europa
En otro orden de ideas, Alemania que flexibilizó la entrada a los migrantes en el mes de agosto, informó que retomará nuevamente los controles en sus fronteras.
Al respecto, el portavoz de la canciller Angela Merkel, Steffen Seiber aclaró que la decisión de su gobierno no significa que Alemania haya cerrado sus puertas a los demandantes de asilo y a los refugiados.
«Los controles provisionales en las fronteras no son lo mismo que cerrar las fronteras, es totalmente distinto. Los refugiados continuarán viniendo a Alemania y esperamos que sea en el marco de un proceso más ordenado», concretó el funcionario.
Sin embargo, el ministro del Interior del Estado de Bavaria, uno de los más afectados por la llegada de miles de personas, aseguró que la norma durará «varias semanas».
Por su parte, la ministra del Interior de Austria, Johanna Mikl-Leitner manifestó a la prensa en una reunión con sus homólogos de la Unión Europea (UE), en Bruselas que tomarán el mismo ejemplo de Alemania reintroduciendo los controles temporales en la frontera.
La situación de los refugiados divide a Europa. Francia y Alemania pidieron que los demás países inicien centros de registros. Berlín instó a sus pares europeos a «compartir la carga» de recibir a los refugiados.
Entre tanto Hungría y Serbia, han sido señalados por sus políticas. Un video mostró a efectivos en el campo de refugiados de Roszke arrojandoles la comida a los inmigrantes, sin ningún tipo de organización. Werner Faymann, canciller de Austria, criticó el endurecimiento de la política migratoria húngara y la comparó con el nazismo.
Por otro lado, los ministros europeos de Interior, reunidos en Bruselas, se mostraron hoy muy divididos acerca de la propuesta de la Comisión Europea para repartir en dos años a 120.000 refugiados llegados a Hungría, Grecia e Italia.
DesdeLaPlaza.com/Agencias/NR