El papa Francisco ha recordado hoy desde el Vaticano que las personas divorciadas no deben ser tratadas como excomulgados (expulsados de la Iglesia) “porque no lo son”.
“Hoy nos referimos a la situación de aquellos que, tras la ruptura del vínculo matrimonial, han iniciado una nueva convivencia. Estas personas forman parte de la Iglesia, y no están excomulgadas, como algunos piensan”, ha dicho el papa Bergoglio en la audiencia general de los miércoles en el Aula Pablo VI.
El Pontífice, consciente del creciente número de divorciados en el mundo, especialmente en las sociedades occidentales, recuerda que no se les puede alejar del comunidad cristiana. Entre otros motivos, para atender espiritualmente a los hijos que surgen de las nuevas relaciones de los divorciados.
Un serio conflicto
“¿Como podemos recomendar a los padres que hagan todo lo posible por educar a sus hijos en la fe cristiana, si les alejamos de la vida de la comunidad, como si fueran excomulgados?”, ha reflexionado Francisco. “Los más pequeños son los que más sufren, y no se puede sumar más peso al que ya soportan estos chicos cuando se encuentran en esta situación”.
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Lo cierto es que la cuestión de los divorciados siempre ha sido un punto polémico en la vida de la Iglesia. El matrimonio canónicamente válido no puede romperse, según las leyes de la Iglesia. Todo lo más, puede tramitarse su nulidad, o sea: que hubo circunstancias que impidieron la validez del sacramento en el momento que se celebró. En este último caso, los cónyuges deben apelar a un tribunal especial: el Tribunal Apostólico de la Rota Romana.
Las sociedades tradicionalmente católicas han vivido un serio conflicto en este punto, que no sólo afecta a los afectados, sino también a los sacerdotes, que son los encargados de administrar los sacramentos, algunos de los cuales no pueden recibir los divorciados que tienen una vida sexual con otra pareja. Es el caso de la Eucaristía. Un divorciado vuelto a casar puede ir a misa (y debe, si quiere cumplir los mandamientos de la Iglesia) pero no debe recibir la comunión si antes no se ha confesado con el propósito de romper su nueva relación.
DesdeLaPlaza.com/Europa Press/AMH