Los atentados yihadistas que golpearon Francia llevaron hoy al Ejecutivo galo revisar su sistema de seguridad con la previsión de adoptar en su lucha contra el terrorismo nuevas medidas «excepcionales», pero no «de excepción».
La Asamblea Nacional fue el escenario en que los distintos partidos se unieron en torno a los valores de libertad, igualdad, fraternidad, fundadores de la República, y donde el primer ministro, Manuel Valls, advirtió de que no se debe cuestionar el Estado de derecho.
«Una situación excepcional debe ser seguida de medidas excepcionales, pero digo con la misma fuerza que nunca de medidas de excepción que contravengan el principio del derecho y de los valores», indicó Valls en un discurso de tres cuartos de hora clausurado con aplausos unánimes de los parlamentarios.
El jefe del Gobierno galo insistió en que, con determinación y sangre fría, pero sin precipitación, se debe ofrecer a la barbarie una respuesta «implacable».
Preguntarse si Francia está en guerra, en su opinión, tiene «poca importancia», porque los recientes ataques yihadistas no ofrecen otra salida.
«Francia está en guerra contra el terrorismo, el yihadismo y el islamismo radical, pero no contra una religión. No está en guerra contra el islam ni los musulmanes. Protegerá, como siempre lo ha hecho, a todos sus conciudadanos: a los que creen y a los que no», añadió en una alocución contundente y emotiva.
Desde la Plaza/EFE/AMH