Sin objeciones ni correcciones. Para el Gobierno de Mariano Rajoy, el apoyo económico y político ofrecido por la transición española a la dictadura argentina (revelado por el diario Público en base a un amplio número de documentos) no tuvo absolutamente nada de extraño, a pesar incluso de que esas relaciones hayan sido mantenidas como secretas durante los últimos 40 años, o que el régimen del dictador Jorge Rafael Videla (uno de los más atroces del continente americano en los años setenta) acumulase más de 30 mil asesinatos de disidentes políticos y medio millar de robos de bebés.
La justificación de La Moncloa llega como respuesta a una pregunta del diputado de Izquierda Unida (IU) Gaspar Llamazares, quien en noviembre pasado presentó una consulta escrita al Gobierno.
En su iniciativa, el parlamentario se hacía eco de las investigaciones difundidas por Público, que dio a conocer las relaciones entre el Rey Juan Carlos I y el gobierno de Adolfo Suárez con el régimen argentino.
“¿Cuál fue la colaboración económica y política del gobierno español con la dictadura del general Videla en Argentina?”, preguntó Llamazares. El plazo de respuesta expiró el 13 de diciembre, por lo que el diputado de IU tuvo que presentar un recurso de amparo a la Cámara. Lo mismo ha ocurrido con una pregunta formulada por el también diputado de IU Joan Josep Nuet, quien incidió especialmente en las 56 condecoraciones otorgadas por el Rey Juan Carlos a los militares argentinos, otro de los aspectos descubiertos por este periódico.
De momento, La Moncloa sólo ha respondido (fuera de plazo) a Llamazares. En su respuesta, el Ggobierno del PP sostiene que “las relaciones bilaterales entre España y Argentina” durante los años de Videla “se mantuvieron conforme con el principio de universalidad de relaciones diplomáticas entre Estados y similares a las mantenidas con el resto de países del continente iberoamericano”.
La justificación no termina ahí. Un párrafo después, el ejecutivo liderado por Rajoy sugiere que una dictadura tendría, a los ojos de España, la misma validez que un gobierno democrático. “La relación bilateral en esa época –añade- fue además consecuente con el hecho de que Argentina es una de las naciones con las que España tiene lazos históricos y culturales más intensos, que van más allá de la permanencia en el poder de un tipo u otro de gobierno, al asentarse las relaciones diplomáticas no entre éstos, sino entre Estados”.
DesdeLaPlaza.com/Público/AMH