Cada vez hay más voces que se suman a lo evidente, a lo que Alexis Tsipras lleva defendiendo desde que accedió al poder y que algunos fundamentalistas de la austeridad aún niegan: la deuda de Grecia necesita una reestructuración. Una de esas voces es la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, afirmó este miércoles que la «aguda» crisis de Grecia exige una reestructuración de la deuda y recordó que la institución está implicada en las negociaciones sobre el plan de rescate porque Atenas «solicitó su asistencia«.
En una conferencia en la Brookings Institution de Washington, la directora del Fondo subrayó la disposición del organismo a ayudar a Grecia a enfrentar la «aguda» crisis que sufre, y reiteró que el FMI siempre había defendido un enfoque que «combine la sostenibilidad de la deuda con las reformas estructurales«.
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Lagarde recordó, además, que «si el FMI está involucrado es porque Grecia solicitó la asistencia; una vez que el Fondo está implicado, debe seguir sus normas y ser imparcial», dijo en referencia a la declaración en mora de Atenas al incumplir un pago de 1.600 millones de euros la semana pasada.
Francia también defiende una reestructuración de la deuda de Grecia. El primer ministro francés, Manuel Valls, durante una intervención en la Asamblea Nacional, envió este miércoles un mensaje a los países que se resisten a reestructurar la deuda griega: «No puede haber temas tabú. Hace una trayectoria sostenible de la deuda para los próximos años». Si bien, Valls no habló de condonación, ni de quita.
Valls fue incluso más lejos. Afirmó que la carta que el Gobierno griego envió hoy para solicitar un programa de ayuda a sus socios europeos es «un avance» que permite dialogar, y subrayó el rechazo de Francia a que Grecia salga del euro. «Queremos que Grecia siga en Europa y Francia hará todo lo posible para conseguirlo», subrayó Valls en un debate sobre la crisis griega en la Asamblea Nacional francesa.
Y mientras las especulaciones sobre qué ocurrirá con Grecia, el Gobierno griego decretó hoy la segunda prórroga del corralito impuesto hace diez días hasta el próximo lunes, después de que el Banco Central Europeo (BCE) haya decidido mantener la cantidad máxima de liquidez de emergencia que los bancos griegos pueden pedir al Banco de Grecia.
El decreto ley, que ya ha sido publicado en el Boletín Oficial del Estado, entra en vigor a partir de la medianoche cuando expira la prórroga fijada el pasado día 6 y recoge las mismas restricciones hasta el próximo día 13, al día siguiente de la celebración de la cumbre de líderes europeos sobre Grecia.
Las entidades bancarias y la Bolsa de Atenas permanecerán cerradas y el límite de retirada de efectivo en los cajeros automáticos continuará siendo de 60 euros diarios.
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Se mantiene la prohibición de todas las transacciones de dinero al extranjero con excepción de los pagos para las importaciones de productos de primera necesidad.
En cambio, las transacciones electrónicas en el interior del país no están sujetas a ninguna restricción, así como la retirada en cajeros con tarjetas de bancos extranjeros.
Realmente, la única novedad del nuevo decreto es que limita a 1.000 euros el dinero en efectivo que cada persona puede llevar consigo cuando viaja al extranjero.
Fuentes bancarias citadas por el diario Kathimerini estiman que la liquidez actual de los bancos es suficiente para cubrir las necesidades diarias en cuanto a la retirada de dinero, pero subrayan que sin un aumento de la liquidez a la que pueden acceder por parte del BCE el próximo lunes, el efectivo de los cajeros automáticos podría empezar a escasear.
DesdeLaPlaza.com/Público.es/AMH