El copiloto del avión Airbus A320, Andreas Lubitz, que presuntamente estrelló el aparato de forma deliberada, estaba siendo tratado por un posible desprendimiento de retina que le hacía temer el fin de su carrera como piloto, publica hoy el diario «Bild» en su edición dominical.
Además de sufrir un trastorno psicosomático, como parecen indicar los documentos médicos y los medicamentos hallados en el registro de su vivienda y la de sus padres, Lubitz padecía también problemas físicos, en concreto de visión, asegura el rotativo.
Por otra parte, la búsqueda de indicios y de los restos de las 150 víctimas continuaron hoy por sexta jornada consecutiva.
La cadencia de vuelos de helicóptero hacia el lugar de la tragedia se ha reducido, después de que los gendarmes lograran acordonar la zona, lo que facilita los trabajos de los investigadores.
DesdeLaPlaza.com/EFE/MB