“Hay países que arrastran desde hace años, la contaminación indiscriminada de las fuentes de agua potable de las que se surte la población, por lo que en esos sitios la calidad de este líquido elemento deja mucho que desear”.
El cuerpo humano esta compuesto por agua en un porcentaje que según la edad y las condiciones de vida de las personas puede variar entre un 65 y un 75 %, pero diariamente se pierde una cantidad determinada de agua por medio de las excreciones naturales: la transpiración, el vapor que expelemos al respirar, la saliva y las lágrimas.
Dependiendo de la actividad que se realice, varía la cantidad de líquido eliminado: un deportista puede transpirar varios litros mediante el entrenamiento o en pruebas muy duras como la maratón.
Para recuperar el nivel de agua en el cuerpo es necesario beberla, ya que una persona puede fallecer de deshidratación si no repone líquidos por más de 6 o 7 días, dependiendo de su edad, constitución física, salud y las condiciones climáticas a las que esté expuesto.
Para recuperar el nivel de agua en el cuerpo es necesario beberla, ya que una persona puede fallecer de deshidratación si no repone líquidos por más de 6 o 7 días, dependiendo de su edad, constitución física, salud y las condiciones climáticas a las que esté expuesto.
Por ello son necesarias fuentes de agua potable con determinados niveles de pureza. Según la OMS, hay países en los que por diversas causas, este preciado líquido está tan contaminado que puede resultar una fuente de enfermedades o intoxicación progresivas. África es el continente más afectado por este problema.
Por ello son necesarias fuentes de agua potable con determinados niveles de pureza. Según la OMS, hay países en los que por diversas causas, este preciado líquido está tan contaminado que puede resultar una fuente de enfermedades o intoxicación progresivas. África es el continente más afectado por este problema.
Afganistán:
Es el país africano con menor porcentaje de pobladores con acceso al agua potable; el 91 % consume “aguas sucias”, producto de la contaminación industrial, agrícola (pesticidas), etc. y de la carencia de saneamiento, por lo que las infecciones intestinales, los problemas cutáneos o la encefalitis, afectan de manera endémica a gran parte de los chadianos.
Haití:
Es el país más pobre del continente americano y aun sufre las consecuencias del terremoto de 2010. Las aguas o están contaminadas o se transforman en insalubres al pasar por el ineficiente sistema de distribución.
La isla cuenta con una población de unos diez millones de habitantes de los cuales apenas el 40 % tiene agua potable. Menos de 50.000 hogares de su capital, Puerto Príncipe, posee instalaciones sanitarias y la mitad de los hospitales carecen de ella.
El resto de los haitianos debe recoger diariamente la cantidad que le corresponde (que no siempre es agua pura) en los envases que puedan acarrear mujeres y niños, que son quienes se abocan a dicha tarea.
Madagascar:
Tan solo el 11 % de los pobladores de este país insular africano tienen agua potable. El resto debe conformarse con un líquido insalubre, contaminado por detritus industrial, parásitos y bacterias; el insuficiente tratamiento que se le hace a las aguas produce en los malgaches enfermedades que especialmente en los niños pueden ser mortales, como las diarreas y la esquistosomiasis.
Mongolia:
Este país tiene de por sí carencias de fuentes por su ubicación, pero a ello hay que agregarle que muchas industrias han volcado durante años los desechos y residuos, en las pocas corrientes de agua con que cuenta la región y que por el clima frío se usa mayoritariamente el carbón para calefaccionar, otro factor que contribuye en gran manera a la insalubridad de las aguas.
Mozambique:
La mayoría de los ríos que proveen de agua a este país africano se encuentran contaminados por vertidos industriales y por la sobre explotación de sus recursos, por lo que no es raro que cada año se desaten brotes de cólera por consumir aguas en mal estado; el proceso de desertización y las inundaciones puntuales no ayudan en nada, a solucionar el grave problema de carencia de agua potable que sufren los mozambiqueños.
Papúa Nueva Guinea:
Las aguas subterráneas se han ido contaminado de manera alarmante en los últimos 40 años debido a la deforestación de gran parte de la isla. Las consecuencias no se han hecho esperar y más del 60 % de la población tiene problemas para conseguir agua potable, además de sufrir las consecuencias de la tala indiscriminada de bosques, la pérdida de hábitats y con ellas las hierbas que usaban tradicionalmente como medicina.
República Democrática del Congo:
Agobiados por la sed, los congoleños suelen hacer pozos en donde pueden para extraer el preciado líquido que en realidad abunda, pero el problema es que el nivel de contaminación de las aguas freáticas es tan alto, que el remedio resulta peor que la enfermedad. Los pobladores de este país centroafricano deben andar diariamente muchos kilómetros con tal de conseguir unos pocos litros de agua.
Tayikistán:
El uso indiscriminado de pesticidas, los cambios climáticos que afectan a las fuentes de los ríos, en este caso el Mar de Aral que además de contaminado está desapareciendo rápidamente y la falta de mantenimiento de las redes sanitarias, hacen que los pobladores de este país situado en medio de Asia, especialmente en las zonas rurales, carezcan mayormente de agua potable.
Ucrania:
El 80 % del agua que se suministra a la población se distribuye mediante fuentes superficiales. La gran mayoría de las corrientes de agua y ríos de agua dulce padecen de diferentes grados de contaminación, que en algunas zonas resulta realmente alarmante.
DesdeLAPlaza.com/Ecoticias/MB