Con esto se encontró Tsipras al llegar al poder en Grecia

Alexis Tsipras, Primer Ministro griego, asumió la presidencia del país sumido en un caos económico, cuyas repercusiones todavía golpean fuertemente al pueblo griego.

A través de las redes sociales, distintos medios de comunicación y usuarios con amplio poder de difusión mostraron una imagen que resaltaba esta situación, a propósito del referémdum griego de este domingo, que rechazó las impopulares propuestas de la Eurozona de aplicar más duras medidas a la entidad.

En Grecia, a diferencia de otros países, la mayor parte del poder político recae en las manos del Primer Ministro, en lugar del Presidente, que desde la enmienda de 1986, solo se ocupa de actividades ceremoniales.

Antes de la llegada de Tsipras al poder, Antonis Samarás, representante del partido Nueva Democracia -quien hasta la victoria del «No» en el referéndum, era máximo representante de la coalición opositora contra Tsipras- fue ejecutor de una durísima política anticrisis que buscaba levantar al país que, según sus propias palabras, «estaba casi destruido».

Samaras condujo un país machacado por la crisis y las sucesivas oleadas de recortes fiscales y reformas estructurales dictadas por la Troika de la Comisión Europea, el BCE y el FMI, cuya intervención supervisora en 2010, cuando Atenas solicitó el auxilio financiero de sus socios de la Eurozona para no declararse en quiebra, dejó a la insolvente Grecia muy mermada de soberanía.

Su discurso de cara a gobiernos y mercados abarcó un triple mentís: que el país, pese a las fuertes especulaciones, alentadas por las propias instituciones europeas y desde Alemania, no iba a salirse del euro, ni a precisar un tercer programa de asistencia financiera, ni a negociar una segunda quita de deuda soberana.

Por ello vivió uno de los mayores sacrificios económicos impuestos a un estado miembro de la Unión Europea, que dejó una sociedad exhausta y empobrecida, que también creyó en el mensaje optimista de Samarás, electo en el 2012.

Antes de su llegada al poder, Grecia vivía seis años de recesión y déficit galopantes, siete paquetes de austeridad -dos de ellos ejecutados por su Gobierno- a cual más draconiano y dos rescates crediticios de la UE y el FMI que pese a sus dimensiones, 340.000 millones de euros, no han conseguido ahuyentar el temor a un abandono de la moneda única, como ya lo ha anunciado el recién electo Tsipras.

Ahora, en contexto con la actual crisis de la deuda soberana en Grecia, y con Tsipras en el poder, el FMI, el Banco Mundial y el Eurogrupo propusieron nuevas medidas de rescate para la insolvencia del país. 

En respuesta, el 27 de junio de 2015 Tsipras propone un referendum para que los griegos acepten o no estas medidas, y es autorizado por el Consejo de los Helenos para el 5 de julio. Con el referéndum de Grecia de 2015, más del 60% de los votantes votaron en contra (promovido por Tsipras).

Esto podría significar el regreso del dracma, la moneda oficial griega antes del euro, y la salida de la UE; que Samarás vaticinó en la campaña electoral si Tsipras le reemplazaba como primer Ministro.

DesdeLaPlaza.com/ABC/ElPaís/Cidob/NCH