Un día después de advertir sobre las tentaciones modernas que denigran al hombre, el Papa Francisco inició este lunes el tercer día de actividades en México con eventos en San Cristóbal de las Casas y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Una comitiva de indígenas de distintas etnias le dio la bienvenida cuando bajó las escalinatas del avión, mientras niños ataviados con su colorida vestimenta tradicional le cantaban en español «bienvenido a casa».
Los indígenas le colocaron también una corona de flores y le entregaron obsequios, pero rápidamente el cuerpo de seguridad del Vaticano le retiró los ornamentos y los guardó.
Desde Tuxtla se el Papa argentino se trasladó en helicóptero a San Cristóbal de las Casas, donde oficiará una misa y se reunirá con representantes indígenas.
Voluntarios y los primeros fieles se empiezan a acercar al estadio «Víctor Manuel Reyna» de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, donde el papa Francisco tendrá un encuentro con las familias.
Según lo previsto, Francisco escuchará el testimonio de cuatro familias provenientes de la Ciudad de México, Tapachula, Tuxtla Gutiérrez y Monterrey, que le dirán como viven su fe desde la condición en la que se encuentran.
Monseñor Fabio Martínez Castilla, arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, precisó que en este encuentro participa una familia formada por una madre soltera con sus hijos; otra integrada por abuelos, papá, mamá e hijos; una pareja de divorciados vueltos a casar, y una familia con un adolescente de 14 años en silla de ruedas.
Martínez Castilla dijo que en el evento habrá una representación de matrimonios de 50 años o más de casados por la iglesia, que estarán adelante del Vicario de Cristo.
En el encuentro Francisco invitará a todos los matrimonios, tengan un mes, un año, o más de casados, a la renovación de sus promesas matrimoniales.
El pontífice autorizó que se usaran tres lenguas indígenas durante la ceremonia en Chiapas.
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