El 8 de noviembre de 2016 los estadounidenses escogerán a su nuevo presidente. Y aunque no pareciera tener ninguna significancia especial un hecho como éste, lo que sí está despertando la atención en los medios son los candidatos llamados a converger en esta fecha democrática. Evento por demás, con características muy específicas (sobra decir) ya que a diferencia de la mayoría de los procesos electorales a nivel mundial, el presidente de los Estados Unidos no se escoge por votos simples de sus ciudadanos sino por los llamados “votos electorales”, es decir cada estado tiene asignado un número de “votos electorales” y quien se proclame ganador en dicho estado irá sumando escaños en su carrera hacia la Casa Blanca.
Algo muy similar pasa con las primarias de los dos eternos partidos que se enfrentan en este duelo cada 4 años: el partido republicano y el partido demócrata. El pasado 1 de febrero, ambas toldas políticas desplegaron su maquinaria en la búsqueda de quiénes serán los dos próximos candidatos que se enfrentarán en los comicios de invierno. El cronograma electoral tiene previsto recorrer la geografía del país norteamericano desde febrero hasta finales de julio, cuando ya se debería tener el nombre de los dos posibles candidatos a enfrentar.
Por el lado demócrata la lucha entre el senador Bernie Sanders y la ex secretaria de Estado Hillary Clinton por el número de delegados necesarios pareciera inclinar la balanza a favor de esta última de forma momentánea pese a que Sanders goza de un gran apoyo popular. Mientras tanto, el bando republicano vive un gran enfrentamiento a tres bandas, los senadores Marco Rubio, Ted Cruz y el conocido y polémico magnate Donald Trump.
Hablan los Demócratas
Tanto Hillary Clinton como Bernie Sanders arrastran un peso muy importante sobre sus posibles candidaturas: los errores cometidos durante la administración Obama. Y es que, el radicalismo, pareciera ser la nueva propuesta imperante dentro del discurso de ambas toldas políticas y aunque dentro del lado demócrata, Clinton y Sanders plantean continuar con algunos aspectos importantes de la agenda saliente, sus discursos se hacen voraces en la medida que van avanzando las fechas cercanas a la investidura del candidato del partido de gobierno. Por un lado, Clinton plantea mayores impuestos a las transacciones frecuentes y mayores controles sobre los bancos mientras que por el otro, Sanders promete romper el monopolio de las grandes firmas de Wall Street y destinar el impuesto a las transacciones especulativas con fines de crear becas universitarias.
En materia de salud Clinton buscará repetir la fórmula del conocido programa “Obama Care” mientras que Sanders apuesta por un sistema universal de acceso a la salud. El radicalismo de Clinton se hace evidente cuando manifiesta que es necesario entrenar a los rebeldes sirios para que combatan al Estado Islámico, cuando indica que es necesario mantener tropas en Afganistán mientras sea necesario y cuando promueve la creación de una zona de exclusión aérea en el norte de Siria. En este sentido, Sanders aboga por que es responsabilidad de los países de la región del medio Oriente solucionar sus problemas y que resulta necesario e inmediato el retiro de tropas norteamericanas de Afganistán.
Evidentemente, ambas propuestas deberán seguir presentando alternativas para las minorías latinas y afroamericanas que están en la búsqueda de un proyecto que logre satisfacer sus necesidades. Sólo aquel que reúna los 2383 delegados necesarios podrá obtener la nominación del partido demócrata para los próximos comicios. Clinton parte con una ventaja clara. Sanders; sin embargo, se niega a ceder terreno y aunque su popularidad vaya en auge necesita cristalizar ese apoyo en votos si no desea quedar fuera de la carrera antes de tiempo.
Hablan los Republicanos
El principal partido de oposición de la administración saliente ha vivido una intensa lucha en sus proceso depurativo por la escogencia de quién será el contendor del candidato que resulte victorioso por el ala demócrata. De los 12 precandidatos que en su momento organizaron un debate para definir quién sería el próximo representante del partido, hoy sólo 5 permanecen en la lucha por los 1237 delegados para lograr la nominación de la tolda opositora, mientras que en sólo 3 de ellos (Trump, Cruz y Rubio; en orden de importancia) se concentra el 70% de intención del voto republicano.
Trump ha sido la gran sorpresa durante este proceso electoral. Hacía sólo algunos 3 años atrás nadie pudiera imaginar que el sucesor del Mitt Romney pudiera estar en la figura de éste controvertido personaje. Sus polémicos pronunciamientos han escandalizado tanto a seguidores como detractores de su militancia, pero por alguna extraña razón el magnate continúa encabezando los sondeos de su partido como candidato a la presidencia de Estados Unidos.
Diversos analistas políticos del país norteamericano señalan que es altamente probable que Trump obtenga la nominación, pero deberá sortear a Clinton (según la mayoría) en la carrera presidencial. Por supuesto, siempre se debe tener ojo crítico ante este tipo de predicciones, con un proceso de primarias en desarrollo es todavía prematuro emitir algún juicio de valor. Un valor agregado es que su gran capacidad económica le ha permitido destinar recursos significativos para promocionarse en los primeros estados donde se realizaron las primarias: Iowa, New Hampshire, Carolina del Sur y Nevada.
Su ardiente retórica le hace destacar sobre el resto ante las constantes posibilidades de un ataque terrorista en Estados Unidos o incluso en Europa, atrayendo el voto de conservadores furiosos y desencantados del sistema tradicional de partidos en Estados Unidos. Además es un abierto opositor hacia la religión musulmana, manifiesta su desprecio por las minorías étnicas latinoamericanas y cree en un gran muro que permitirá a Estados Unidos librarse de la entrada de inmigrantes. Lo que hasta poco se creía imposible escuchar en televisión, hoy tiene un vocero oficial: Donald Trump.
¿Y los independientes que?
La fuerte polarización política que vive Estados Unidos hace muy difícil creer que algún personaje fuera de la esfera: Clinton-Trump-Cruz-Rubio tenga alguna posibilidad real de llegar al despacho oval de la Casa Blanca. Ni el partido libertario ni los pequeños partidos políticos poseen visibilidad en los números. Encuestas van, encuesta vienen, y cada vez más se cierra el círculo de posibles candidatos a la presidencia, en segundo término: Clinton-Trump-Cruz y el tan esperado final: Clinton-Trump ¿Quién ganará? Primero debemos esperar la nominación de ambos y el primer round de los 3 debates presidenciales que se efectuará el 26 de Septiembre próximo.
Por ahora, se plantea un panorama interesante en el país americano, las ideas más extremistas comienzan a ganar terreno y los aires de belicosidad se respiran entre el humo que dejan los efectos especiales tras el cierre de cada mitin político. En este artículo usted conoció casi todo lo que necesitaba saber sobre la carrera hacia la Casa Blanca, porque la última respuesta la encontrará en las 24 horas que se comenzarán a contar a partir de la llegada del 8 de Noviembre ¿Quién será el próximo presidente de los Estados Unidos? Seguiremos informando…
DesdeLaPlaza.com/Emanuel Mosquera