Este lunes la mandataria de Chile, Michelle Bachelet y el presidente de Bolivia, Evo Morales se saludaron en la sede de Las Naciones Unidas, luego de cuatro días que estuvieron marcados por la tensión entre ambos países tras el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya.
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Este acontecimiento captó la atención de los medios, pues Morales había manifestado en las últimas jornadas su intención de justificarse con Bachelet, lo que no había sido una respuesta positiva por parte del Gobierno Chileno.
El breve encuentro se dio durante la recepción que el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ofreció a los Jefes de Estado y representantes de los 193 países que forman parte de la organización y estarán presentes en la 70° Asamblea del organismo.
Días antes, el mismo Gobierno había descartado una reunión bilateral entre Bachelet y Morales, pese al deseo de este último, luego de que la CIJ rechazara la objeción preliminar presentada por Chile y se declarara competente para revisar la demanda marítima boliviana.
Tras conocerse la resolución, el mandatario boliviano dijo: «Quiero decirle al pueblo chileno y al pueblo boliviano, que personalmente voy a buscar a la presidenta de la hermana república de Chile, para empezar el diálogo».
La razón principal es la apretada agenda de la Jefa de Estado, que incluso impidió que se reuniera con autoridades como el Papa Francisco o el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Esta información fue corroborada por el canciller de Chile, Heraldo Muñoz, quien también se encuentra en Nueva York, tras asegurar que un eventual encuentro con Morales «no está en la agenda. No hay ninguna reunión prevista».
DesdeLaPlaza.com/EN/GV