Aviones de combate saudíes bombardearon hoy la base militar de Al Dailami, cerca del aeropuerto internacional de Saná, controlada por los rebeldes hutíes, que llevan a cabo una ofensiva contra las fuerzas leales al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, refugiado en la ciudad meridional de Adén, informaron fuentes militares.
En un comunicado conjunto, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahrein y Kuwait se sumaron a la decisión saudí de «enfrentarse a las milicias hutíes, Al Qaeda y el IS» en Yemen tras denunciar que «el golpe de los hutíes» -que controlan Saná desde septiembre y ayer estrechaban el cerco sobre Adén- representa «una gran amenaza» para la estabilidad de Oriente Próximo. En la declaración, las monarquías del golfo Pérsico acusaron a los hutíes de llevar a cabo ejercicios militares con artillería pesada en la frontera con Arabia Saudí y de «estar respaldados por potencias regionales» en una crítica velada a Irán.
Yemen dio ayer un nuevo paso hacia una guerra civil de resonancia regional. Los hutíes se hicieron con el control del aeropuerto de Adén, la ciudad portuaria donde desde el mes pasado se había refugiado Hadi. Con el respaldo de las fuerzas de seguridad leales al ex presidente Ali Abdalá Saleh y el apoyo de Irán, los hutíes avanzaban anoche hacia Adén. A primera hora de ayer sus milicianos capturaron la base aérea de Al Anad, a unos 60 kilómetros de Adén, y arrestaron al ministro de Defensa Mahmud al Subaihi y uno de sus ayudantes en la villa sureña de Lahj. La instalación era usada por militares estadounidenses y europeas como cuartel general de su lucha contra Al Qaeda en la Península Arábiga.
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