28 personas resultaron muertas y tres centenares de heridos fue el saldo del ataque suicida con un camión cargado de explosivos en Kabul, en la capital de Afganistán los talibanes se adjudicaron el atentado.
La Dirección Nacional de Seguridad fue el blanco del ataque terrorista en Kabul. Posteriormente a la explosión individuos armados del movimiento talibán abrieron fuego en el lugar, contribuyendo al alcance de la cifra de 28 muertos y 327 heridos en el lugar, de acuerdo con un comunicado emitido por el presidente del país Ashraf Ghani.
Agregó Ghani que en el ataque participaron dos insurgentes; uno murió al detonar los explosivos colocados en un pequeño camión, en tanto el segundo falleció después por disparos de las fuerzas de seguridad.
Informó además el portavoz del ministerio del Interior, Sediq Sediqi que se han desplegado fuerzas especiales para tratar de dar con los responsables, mientras que el presidente Ghani afirmó que el atentado es prueba de que los insurgentes del talibán no son capaces de enfrentar al ejército afgano «cara a cara», sino mediante actos de terrorismo.
El jefe de la policía de la capital afgana, Abdul Rahman Rahimi, informó que la mayoría de los muertos son mujeres y niños de la sociedad civil.
El atentado se produjo luego de una semana que los rebeldes anunciaran el comienzo de ataques por la primavera suponiendo una serie de ataques el pronunciamiento del Gobierno que tendría cinco años para terminar con los insurgentes. En el ataque no se registraron victimas extranjeras a pesar de la cercanía de la embajada de los Estados Unidos al sitio de la explosión.