Más de 100 personas perdieron la vida, entre ellos 82 niños y adolescentes, luego de que un grupo de talibanes atacara este martes una escuela para hijos de militares en Pakistán, en uno de los ataques más sangrientos de los últimos años.
Dos ministros regionales dijeron a la AFP que el ataque provocó al menos 108 muertos en esta escuela de Peshawar, la principal ciudad del noroeste de Pakistán.
Según comentaron los testigos, una fuerte explosión sacudió la escuela pública, acto seguido los atacantes fueron aula por aula disparando a los estudiantes.
El ataque reivindicado inmediatamente por el Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TTP), principal grupo islamista del país, es uno de los más sangrientos cometidos en varios años y es muy significativo porque pone a los hijos de las fuerzas del orden como un blanco militar.
Según dijo a la AFP una fuente de la escuela, al menos cinco atacantes vestidos con uniforme militar entraron al establecimiento hacia las 10H30 locales (05H30 GMT).
El ejército intervino rápidamente y más de tres horas después de iniciado el ataque todavía se registraban combates en el interior de la escuela.
Se presume que dentro del establecimiento se encontraban varios centenares de alumnos, sin un reporte oficial del número de niños retenidos, lo que hace entrever que el saldo de muertos pueda ser bastante más alto.
Según la autoridad provincial de información, Mushtaq Ghani, muchas de las víctimas murieron en la explosión.
Mudassar Abbas, asistente del laboratorio de la escuela, dijo que algunos estudiantes estaban en una celebración cuando comenzó el ataque.
“Yo vi a seis o siete personas que fueron de aula en aula disparándole a los niños”, afirmó.
Un estudiante que sobrevivió a la acción dijo que los soldados entraron a rescatar a los alumnos durante un momento de calma entre los disparos.
“Cuando íbamos saliendo del aula vimos varios cadáveres de nuestros amigos en los pasillos. Estaban sangrando. A algunos les habían disparado tres o cuatro veces”, contó el testigo.
Un blanco débil
El plantel escolar cuya población estudiantil está comprendida en edades entre los 10 y 18 años, está ubicada en la ruta entre Peshawar y Warsakm y forma parte de una red de 146 establecimientos para hijos de personal militar. Sin embargo, también asisten hijos de civiles, y muchas veces las mujeres de los agentes ejercen como profesoras.
Mohamed Umar Jorasani, portavoz del TTP, reivindicó el ataque y dijo que los militantes utilizaron a francotiradores y a suicidas.
“Se les ordenó disparar a los estudiantes más mayores, pero no a los niños”, afirmó a la AFP y declaró que el objetivo de la operación era vengar a sus combatientes muertos en la ofensiva militar contra ellos en sus bastiones cerca de Peshawar.
El TTP, principal grupo islamista del país, es una organización cercana a Al Qaeda, que se enfrenta al gobierno desde 2007.
“Realizamos una investigación en la cual determinamos que los hijos de varios altos responsables militares estudian en esa escuela”, dijo a la AFP Jorasani.
El ejército lleva a cabo desde hace varios meses una amplia ofensiva contra el TTP en la zona tribal de Waziristán norte, situado en la frontera con Afganistán.
Para Talat Masood, general retirado y especialista en seguridad, esta operación tiene un doble objetivo, táctico y militar.
“Apuntan hacia blancos débiles esperando que esto tenga un fuerte impacto, especialmente a nivel psicológico, en la población. Los talibanes esperan que atacando a niños, van a hacer bajar el apoyo a las operaciones militares contra ellos“, explicó.
Pakistán lleva a cabo una lucha contra los grupos islamistas en sus regiones semiautónomas desde 2004, cuando su ejército entró en el área para buscar combatientes de Al Qaeda que huían de Afganistán ante la presión estadounidense.
Desde La Plaza/AFP/COM