A 800 asciende la cifra de fallecidos, en su mayoría mujeres y niños, por el naufragio de una embarcación en el mar Mediterráneo, el domingo pasado, a 60 millas de las costas de Libia, de donde partió rumbo a Europa.
Una información de la Fiscalía de Catania (sur de Italia), reseñada por el portal 20minutos.es, señala que esta estimación deriva de las informaciones proporcionadas por algunos de los sobrevivientes y de un informe del mercante portugués que prestó auxilio a la embarcación, en el momento de su hundimiento.
Carlota Sami, portavoz en Italia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur, por sus siglas en inglés), señaló: «Había un poco más de 800 personas a bordo, entre ellos niños de 10, 12 años. Había sirios, unos 150 eritreos, somalíes (…) habían salido el sábado de Trípoli», reseñó Hispantv en su portal.
Hasta el momento están detenidos el capitán del barco y su ayudante, acusados de homicidio múltiple, naufragio y de apoyar la inmigración ilegal, al dirigir el barco que se hundió frente a la costa de Malta.
Este hecho ha generado una gran conmoción, por lo cual el presidente del Consejo Europeo convocó una reunión extraordinaria de los jefes de Estado y de Gobierno del continente para abordar la situación.
El flujo migratorio del norte de África y del Oriente Medio hacia el sur de Europa, por el Mediterráneo, se ha agudizado. Los graves conflictos bélicos, las luchas de poder y las exclusiones sociales, derivadas de invasiones y de ambiciones internas y externas por apropiarse de las riquezas naturales del mundo árabe, como el petróleo, especialmente en Libia, han generado un forzoso movimiento migratorio masivo de sus ciudadanos.
De acuerdo con cifras de Acnur, en el 2014 alrededor de 219.000 personas cruzaron el Mediterráneo y 3.500 perdieron la vida en el intento. En lo que va de año han sido unas 31.500 las personas que han hecho la travesía para llegar a Italia, Grecia, España o Malta. Alrededor de 900 personas han muerto, sólo este año.
DesdeLaPlaza.com/AVN/AMB