El pasado 22 de agosto, Jackson Pérez, escolta de Ricardo Julio Sánchez Niño, Director General de Producción de Insumos del Ministerio de Salud y ex viceministro de Relaciones Presidenciales; se entregó al CICPC por estar implicado en la muerte del padrastro del actor Ricardo Álamo, Antonio José Montesino Ruiz de 67 años, asesinado el pasado 4 de agosto.
Según informó Efecto Cocuyo, Pérez llamó a Sánchez Niño para disculparse previamente “porque había hecho algo muy feo”, sin dar detalles. Sin embargo, le comentó que iba directamente a la policía, además de pedirle ayuda y protección para su familia.
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Cuando Sánchez fue citado ante la ley para dar declaraciones del caso, fue justamente cuando se enteró que su empleado había confesado su participación en el homicidio, confirmó la policía.
Además se conoció que en el crimen estaba involucrado un hermano Pérez, quien es pareja de una joven de la familia de Ricardo Álamo.
Fuentes policiales señalaron que a partir de este nexo con el hermano del escolta, fue que logró el acceso a los controles y llaves de la casa, cuando en una celebración familiar; las robó sin que los demás se percataran.
Cuando Pérez y su hermano planearon el robo que cometerían días después, pensaron que la residencia -ubicada en la urbanización El Junko Country Club, en la vía a El Junquito- estaría sola.
Ese martes 4 de agosto cuando entraron a la casa, de noche, fueron sorprendidos por el padrastro de Álamo, quien reconoció al hermano del escolta. Al verse descubiertos, optaron por asesinarlo a puñaladas.
Según la versión policial, los sujetos se llevaron cinco televisores plasma y olvidaron un casco de motorizado en la cocina. Tras la experticia, determinaron que la puerta de la casa no había sido forzada.
Pérez, con dos hijos y otro en camino, tenía cuatro años desempeñando labores de seguridad para el funcionario que antes formó parte un equipo relacionado directamente a la Presidencia.
La noche siguiente al robo que terminó con un homicidio, buscó a su jefe para llevarlo al aeropuerto de Maiquetía, pues tenía un viaje de trabajo.
La camioneta en la que trasladaron los televisores que se robaron de la vivienda de los Álamo es una de las asignadas por el Ministerio de Salud, sólo para uso oficial.
Antes de entregarse y confesar, Pérez desapareció la evidencia y dijo a su jefe que se la habían robado.
DesdeLaPlaza.com/Efecto Cocuyo/MD