«Todas y todos, debemos reaccionar contra DolarToday, incluso el pueblo opositor que igualmente sufre con la inflación y el desabastecimiento. No somos un pueblo tan pendejo como piensa la conspiración internacional».
Así finaliza el gobernador del estado Táchira, José Gregorio Vielma Mora, un artículo de opinión que publicó en el Diario La Nación de circulación regional y que tituló: Dólar, paginita y pendejos
Igualmente enfatizo que Dólar Today tiene la “pretensión de convertirse en el marcador oficial del precio internacional de nuestra moneda es, por decir lo menos, una locura que se apoya en la cultura de la especulación, en la desinformación y mala formación de muchos venezolanos y venezolanas, a quienes, por más de 15 años, les condicionaron los valores y el pensamiento hacia expectativas de fracaso”.
A continuación lea el artículo completo:
Días pasados le preguntaba a un amigo economista de la derecha: ¿Cómo hace DolarToday para calcular diariamente el precio del dólar con respecto a nuestra moneda? De inmediato se refirió a los errores de la política económica, a las restricciones oficiales de la venta de dólares, a la sobrevaluación del bolívar, a los precios irreales en Venezuela, en fin, a todas aquellas condiciones que según éste, existían en la 4ta. República y que, por terquedad e ingenuidad de este gobierno bolivariano hoy no tenemos.
Me quedé pensando sólo en dos cosas a partir de esos comentarios: la primera, recordé mis vanos esfuerzos en la década de los noventa por entender toda la “verborrea economicista” utilizada por los sesudos neoliberales para explicar el crecimiento económico y el desarrollo sostenido que nunca se produjo y, la segunda, mi convencimiento de cómo el control de cambios, desde la década de los 80, siempre funcionó, en nuestra economía, como una medida desesperada y urgente para frenar la fuga frenética de divisas de los capitalistas venezolanos que nunca han tenido el más mínimo respeto por nuestro signo monetario y por ende, por nuestra Patria.
Esa debilidad estructural, o más bien, ese comportamiento apátrida del capital venezolano, es la causa fundamental por la cual el gobierno revolucionario ha debido mantener la administración de nuestras divisas.
Pero en la estrategia de ataque permanente y despiadado de esta guerra económica, se toma como ventaja esta debilidad y se configura un cuadro desproporcionado, artificial y criminal para generar pobreza en Venezuela, tensión social y, en la lógica de los golpistas, un cambio anticonstitucional de gobierno.
Por esto existe DolarToday, mecanismo pervertido cuya pretensión de convertirse en el marcador oficial del precio internacional de nuestra moneda es, por decir lo menos, una locura que se apoya en la cultura de la especulación, en la desinformación y mala formación de muchos venezolanos y venezolanas, a quienes, por más de 15 años, les condicionaron los valores y el pensamiento hacia expectativas de fracaso. En días pasados, ante las denuncias de voceros gubernamentales y algunos empresarios sobre las pretensiones de este sitio web, hubo dos comportamientos de la “paginita” que llamaron la atención y develan la artificialidad y criminalidad de este mecanismo de sabotaje económico.
En primer lugar, en sólo 3 días el DólarToday bajó de 420 a 369 Bs. x $ después que, en su afán desestabilizador lo elevaron de 300 a 400 y tantos en un periodo de pocos días. Los ajustes que observamos esta semana se explican por la eterna torpeza de los golpistas venezolanos y su desesperación por acabar con la Revolución. Efectivamente, declaraciones como las del empresario Carlos Dorado, hicieron retroceder momentáneamente estos ataques y revelaron la desfachatez y el carácter espurio de DólarToday.
Lo segundo, es la ridícula explicación que la propia gente de DólarToday publicó en esta semana para explicar cómo hacía el cálculo del “dólar paralelo”. Como siempre, con el mismo disfraz técnico al que nos tiene acostumbrado personajillos como Julio Borges o el “economista del desastre” José Guerra, mostraron unas fórmulas matemáticas que involucra al valor del peso colombiano en la frontera, a los bancos centrales de Colombia y Venezuela, nuestras reservas internacionales y la liquidez monetaria, bajo unas relaciones de cálculo tan ridículas y estúpidas, que no hay que ser economista para darse cuenta el talante de esta gente y de su infinita maldad. Lo que queda claro, eso sí, es que la gente de DolarToday cree que todas y todos en este país somos pendejos y pendejas.
Es por ello que, la gran mayoría de gente decente y pensante de este gran país, ya tiene claro que este marcador no es ni el Índice Dow Jones, ni el Nasdaq o cualquiera de esos mecanismos capitalistas para mediciones económicas: es una patraña vestida de tecnicismo para alentar el delito del contrabando, para destruir nuestra economía, para generar pobreza entre las venezolanas y venezolanos y, en definitiva, para desestabilizar un gobierno legítimamente elegido por el pueblo venezolano.
Todas y todos, debemos reaccionar contra DolarToday, incluso el pueblo opositor que igualmente sufre con la inflación y el desabastecimiento. No somos un pueblo tan pendejo como piensa la conspiración internacional.