Por: Daniel Córdova Zerpa
Como decíamos en la columna anterior a la idea del modelo que fracasó hay que sumarle otra más fuerte, casi como una suerte de mantra-obsesión que se vende muy bien por redes sociales, especialmente entre los más jóvenes: la salvación está a la vuelta de Maiquetía.
En realidad, el “me iría demasiado” siempre fue el plan de vida de todos los niños “bien” nacidos en el seno de familias acaudaladas y/o con ascendencia europea (portuguesa, italiana y española), que históricamente han tenido muy poco sentido de pertenencia por un país que les abrió las puertas generosamente a sus abuelos y padres, para que amasaran enormes fortunas, pero que la gran mayoría de esos jóvenes –con sus honrosas y contadas excepciones- desprecian abiertamente, sobretodo en tiempos de revolución.
No obstante, ese rasgo otrora exclusivo de los sifris del este, se ha popularizado entre personas de clase media alta, media-media, media baja y baja, dando lugar a una curiosa “democratización de aspiraciones”, que no a la igualdad de condiciones para ejecutarlas.
Las preferidas en Maiquetía
Los destinos son variados pero en el caso de América Latina del 2014 para acá la lista de preferidas la encabezan Panamá, Colombia, Chile, Ecuador y Argentina, entre otras.
Empecemos por la nación del Istmo donde gracias a la actitud soez y manirrota de ciertos compatriotas, los venezolanos se han ganado una muy mala fama de groseros, ostentosos y chabacanos. Allá una sola persona necesita para vivir modestamente alrededor de 1.160 dólares mensuales (incluye gastos de vivienda -alquilada por supuesto- comida, trasporte e internet).
La suma no nos dice mucho si no la comparamos con otras variables, como por ejemplo el salario mínimo, que en la tierra de Rubén Blades ronda los 500 dólares, pero además tenemos que tener presente que según el Banco Mundial (BM) el PIB per cápita en el país de los paraísos fiscales y escándalos como los Panamá Papers es de US$ 13.268 anuales. Es fácil darse cuenta que usted tendrá que partirse el lomo duro, duro, muy duro!!! para vivir como un mano cualquiera.
A menos que tenga la influencia y posición de personas como la ex animadora juvenil de Venevisión, Roxana Chacón, quien se desempeña como jefa de marketing de la televisora RCP y vive con las comodidades que solo puede tener el 20% más rico de la población, que por cierto en Panamá se apropia del 51,7 % (Gini) de toda la riqueza.
Y qué sucede con Colombia. En tierras colombianas usted necesitará entre 800 y 900 dólares mensuales para sobrevivir sin muchos lujos. El Banco mundial nos cuenta que el PIB per cápita en la hermana República es de 6.056 dólares, lo que se ubica unos 4.744 dólares por debajo del mínimo necesario para sobrevivir un año (US$ 10.800). Si sumamos que es uno de los países más desiguales y violentos de América Latina con un Gini de 53,5 puntos, la cosa tampoco pinta tan “bacana” como piensan algunos incautos.
En el país austral, donde se estrenaron las políticas neoliberales, la cosa tampoco es tan sencilla. Allá usted necesitará en promedio 800 dólares mensuales para vivir, es decir unos 9.600 dólares al año, cifra que si bien se encuentra por debajo del PIB per cápita para ese país según el BM de US$ 13.383, no quita que el índice de desigualdad es uno de los más elevados de la región con un 50,5%.
En la hermana república de Ecuador usted necesitará 600 dólares mensuales para su manutención, si viaja sólo y se hospeda en una habitación. Para tener mayor holgura tendrá que producir alrededor de 1.200 dólares al mes, lo que no debe ser muy sencillo, sobre todo si tenemos presente que el PIB per cápita del país meridional es de 6.248 dólares (BM).
Y ahora vamos con Argentina, azotada por las políticas ultra liberales del Macrismo. Allá usted va a necesitar entre 10.000 y 12.000 pesos argentinos, o lo que es lo mismo de 1.200 a 1300 dólares mensuales, una suma que redondea al año 15.600 dólares, bastante por encima del PIB por persona que se ubica según el Banco Mundial (BM) en US$ 12.751.
En las desarrolladas
Si su proyecto de vida es ir a la tierra de Mickey Mouse, entonces requerirá entre 3.000 y 4.000 dólares al mes, muy por encima de los 1400 euros que se necesitan en Italia y de los 1500 euros que deberá producir en España, un país donde los desahucios y “parados” están a la orden del día y el salario mínimo ronda los 650 euros. Seguramente, eso explica que de cada 10 venezolanos que se van a predios ibéricos 7 regresan con las tablas en la cabeza. Claro que si usted dispone de 50.000 euros para invertir en un negocio se le abrirán algunas puertas con más facilidad.
Las cifras confirman que en “economía no hay almuerzo gratis” y que sus posibilidades de vivir holgadamente en el exterior son directamente proporcionales a su capacidad financiera. A pesar de la inseguridad, de la guerra económica y de otras muchas cosas que nos disgustan, para nosotros el futuro es aquí en el país más hermoso del mundo: la orgullosa República Bolivariana de Venezuela.