Para el ex rector del Consejo Nacional Electoral (CNE), Vicente Díaz, la transparencia en el ente electoral no depende de los rectores que estén al frente. Por eso dijo que los venezolanos pueden participar en las parlamentarias sin ningún miedo más allá de que Tibisay Lucena y Sandra Oblitas vuelvan a estar en la directiva.
En una entrevista realizada por la periodista Sofía Nederr Almeida para el diario El Nacional, Díaz insistió en que los nombres de los rectores no tienen implicaciones en el voto, y dijo que “es peligroso que se genere una locura abstencionista” a causa de esa duda.
A continuación la entrevista íntegra:
— ¿Considera legítima la designación de los rectores por el TSJ?
— Ese procedimiento fue utilizado en el pasado, la Asamblea Nacional es el organismo para ese proceso, pero el TSJ actuó ante la falta de consenso para construir mayoría calificada. Igual ocurrió en 2000 y en 2003 cuando fueron designados Jorge Rodríguez, Francisco Carrasquero y otros que no cumplieron el período de siete años porque el Parlamento eligió nuevos rectores, entre los que estuve. Esto no tiene implicaciones en el poder del voto, es peligroso que se genere una locura abstencionista.
— ¿Se pronunciará el TSJ sobre la exigencia de la oposición con respecto a la provisionalidad de los rectores?
—Esos rectores son provisionales hasta que la Asamblea lo decida. El TSJ no puede suplir al Parlamento pero sí cubrir una falta temporal. La Sala Constitucional debe pronunciarse sobre el recurso de interpretación solicitado.
— ¿Qué augura para las parlamentaria con la repetición de Lucena y Oblitas en la presidencia y vicepresidencia del CNE?
—Hay garantías, la gente debe votar con total confianza. Conozco bien a estas rectoras, ninguna es capaz de permitir que se alteren las votos, aunque quisieran no pueden, con el sistema electoral que se ha formado es imposible. Lo que hay es un brutal ventajismo del Estado y el gobierno con recursos públicos. Se ha ido a elecciones en situaciones más adversas: la oposición ganó el referéndum en 2007 pese a la victoria apabullante de Chávez en 2006, en las parlamentarias de 2010 la oposición obtuvo 52% de los votos, en 2013 el país quedó dividido presidencialmente en dos mitades. Con la crisis económica es cuesta arriba para el gobierno ganar, la oposición tiene una oportunidad brillante si arregla las contradicciones internas y desarrolla una estrategia exitosa.
— ¿La presencia de Luis Emilio Rondón en el directorio garantiza el equilibrio?
—Luis Emilio Rondón es la persona que más sabe de elecciones en el país, él junto con Lucena. Tiene una carrera de más de 20 años en el CNE; es magíster en asuntos electorales, ha manejado todas las áreas del organismo y conoce a los funcionarios. Si a alguien no se le puede pasar un strike es a Rondón.
— ¿A qué sector pertenece Rondón?
—Fue propuesto por la oposición, pese a que después decidió no ir a votar. Sobre su honorabilidad y posiciones políticas vinculadas a la democracia nadie duda; es el rector que tiene más experiencia en el organismo. Indudablemente hay unos ojos y una voz que representa a la oposición en el CNE.
— ¿Cómo se dieron las negociaciones? Hubo denuncias sobre supuestos grupos colaboracionistas con el partido de gobierno.
—No creo en acuerdos debajo de la mesa. Hubo intentos por escoger a los rectores en la Asamblea, pero se frustraron y el Tribunal Supremo ratificó la propuesta del PSUV debido a que ese CNE es el que más conviene a sus intereses porque cree que puede fracturar a la oposición y desalentar a los electores. Fue un error de la oposición personalizar el conflicto en Lucena y Oblitas, no se planteó una estrategia como la presión y movilización popular e internacional, al menos no visiblemente, para lograr un equilibrio y tampoco tenía fuerza institucional. La oposición debe sentarse con estas rectoras para discutir las condiciones de las parlamentarias. Hay que participar, estos comicios no son opcionales.
— ¿El gobierno busca desmovilizar el voto opositor?
—Por supuesto. Estas elecciones son cruciales, el propio Chávez dijo en una oportunidad que cambiaba gobernadores por diputados, estaba claro en el verdadero poder del Parlamento. Este año ese Parlamento debe elegir al reemplazo de las rectoras Tania D’Amelio y Socorro Hernández. El pueblo va a ir a votar, es verdad que el PSUV tiene mayor visión estratégica y cuenta con recursos del Estado, pero la oposición es diversa, aunque esto puede verse como una debilidad es una fortaleza porque se ve obligada a actuar democráticamente internamente, además el país está desesperado.
— ¿Cómo combatir el ventajismo antes, durante y después de la votación?
—El gobierno debe asumir que su comportamiento tiene que ser democrático y esto debe ser vigilado por la comunidad internacional. El CNE es el órgano llamado a controlarlo, Lucena y Oblitas hicieron esfuerzos pero no se logró. El ventajismo se institucionalizó con Maduro cuando decretó que lo eligieron candidato como el Día de la lealtad a Chávez. Eso se derrota con la movilización del pueblo y convertir a las familias en comandos de campaña, luego del acto no pasa nada, se cuentan votos y se proclama al ganador. Si hubiese pillos en el CNE el gobierno no usaría el ventajismo.
— ¿Cuántos votos y en cuántos circuitos tendría que ganar la oposición para obtener mayoría?
—En teoría los circuitos no deberían cambiarse de manera importante. Falta que la Asamblea apruebe las proyecciones técnicas del censo nacional para definirlo. Este aspecto debería estar listo entre enero y febrero.
— ¿Cuándo serán las elecciones?
—No se han convocado, pero me atrevo a decir que las medidas económicas de Maduro influirán en la fecha de la elección.
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