El expresidente conservador Nicolas Sarkozy fue llamado este martes a declarar ante la Policía Judicial de Nanterre, localidad cercana a París, sobre un caso de presunto tráfico de influencias y violación del secreto de instrucción.
Los agentes, según indicaron los medios galos, le colocaron en régimen de «garde à vue», una medida inédita hasta ahora para un antiguo mandatario y durante la cual está bajo la jurisdicción de la Policía judicial y con asistencia letrada, lo que permite interrogarle hasta 48 horas en caso de que sea necesario.
Los investigadores intentan determinar si el exjefe de Estado y su entorno crearon una «red» de informadores que les mantenía al tanto de la evolución de los procesos judiciales que amenazan al político conservador y jefe del Estado francés entre 2007 y 2012.
Desde la Plaza/ El Diario / AMH