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En Claves: ¿Qué significa un país entre en default?

Tras el incumplimiento de Grecia ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) al no cancelar 1.600 millones de euros correspondientes a una deuda adquirida para hacer frente a viejos créditos, la nación helénica entró en default. Pero, ¿qué significa esto?

Lea también: La deuda de Grecia al FMI: un camino de endeudamiento sin sentido

Primero, demos un repaso por lo que fue el sonado default de Argentina

El default se produce cuando un deudor deja de realizar los pagos correspondientes a su acreedor. De esta manera, el deudor cae en la cesación de pagos o como mencionamos antes, default.

Hasta hace poco tiempo, cuando se hablaba de crisis de deuda inmediatamente surgía el nombre de Argentina. Y no era para menos: El país suramericano registró su octava cesación de pagos en julio de 2014; de hecho, la segunda desde 2001.

Ocurrió luego de que el gobierno de Cristina Fernández no desembolsara el dinero que un juez de Estados Unidos (EEUU) le obligó a pagar a acreedores privados que tenían bonos del Ejecutivo argentino y no entraron en el plan de canje de deuda lanzado años antes desde Buenos Aires.

Pero ahora, cuando Grecia entró en default con sus acreedores -la Euro Zona, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), la llamada troika- es la nación helénica la que está en boca de todos.

Pero, ¿estamos ante el primer default de Grecia o este país es en realidad un «viejo conocido» en la historia de las cesaciones de pagos?, ¿y cómo se compara con otros países del mundo, incluyendo los latinoamericanos?

A continuación te dejamos En Claves para responder las interrogantes anteriores:

1.- Los economistas ubican en Grecia la primera forma de default registrada, en el año 377 antes de Cristo, cuando una decena de polis -ciudades griegas- decidieron no cumplir con sus obligaciones financieras.

Sin embargo, aclaran que la mayoría de las crisis de deuda en la antigüedad se resolvieron a través de la inflación y las devaluaciones, con lo que se terminaba devolviendo menos dinero en términos reales, como una suerte de reestructuración de facto.

Desde entonces, el destino financiero de los griegos ha sido cíclico: Han dejado de pagar sus deudas en numerosas ocasiones.

2.- Antes del siglo XIX los defaults se producían mayoritariamente por eventos extraordinarios como guerras y revoluciones. Pero a partir de entonces han estado más vinculados al manejo financiero.

Los economistas Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, de la Universidad de Harvard, en EEUU, se han dedicado a contabilizar los defaults de deudas soberanas (las declaradas por Estados) desde 1800 hasta la década de 2000.

Rogoff y Reinhart han contabilizado unas 250 cesaciones de pagos en 200 años, es decir, un promedio de más de una por año.

La conclusión de los investigadores de la Universidad de Harvard, según le contó el propio Rogoff a BBC Mundo, es que los defaults son inherentes a la economía global y no son tan raros y anormales como algunos países centrales, economistas ortodoxos y medios de comunicación quieren hacer parecer.

3.- Según un reciente informe de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) sobre esta materia, los países en desarrollo han sido los más vulnerables a las crisis de deuda a partir de la década de 1950.

Desde entonces y hasta la fecha, explica la ONU, ha habido más de 600 casos de reestructuraciones en unos 95 países, un fenómeno que el organismo considera «generalizado».

De ellas, más de 180 fueron compromisos con acreedores privados (bancos y tenedores de bonos extranjeros), mientras que el resto -la mayoría- fueron con entidades internacionales de crédito como el Club de París.

El informe de la ONU reconoce que el problema de las demandas entabladas por tenedores de bonos privados ha sido frecuente, aunque en los últimos 15 años las reestructuraciones han sido «relativamente tranquilas», a excepción de casos como el de Argentina y Dominica.

4.- Historiadores económicos afirman que, a pesar de la mala prensa, Argentina no es el país que más ha incumplido sus deudas.

Si se considera el default como una crisis de deuda externa producida por inestabilidad política, guerras y revoluciones, o bien por oleadas de crédito barato por un aumento especulativo de los préstamos, el peor deudor de la historia ha sido España, con 14 crisis relacionadas con compromisos financieros.

Así se desprende de un ránking de países con más defaults desde el siglo XVI (o su independencia) elaborado a partir de datos compilados por Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, de Harvard, y otros investigadores como el economista Miguel Ángel Boggiano, de la Universidad de San Andrés en Buenos Aires.

Entre los otros países que han entrado en default están: Ecuador (11), Brasil (10), Francia, Costa Rica, Chile, Paraguay, México y Perú (9), Argentina, El Salvador y Alemania (8), Colombia, Uruguay, Grecia y Portugal (7), EEUU, Bolivia, Turquía y Rusia (6), Nigeria (5).

5.- La cesación de pagos de Argentina de 2001, de unos 95 mil millones de dólares es considerada por economistas, como Jill Hedges, como el default soberano más grande de la historia.

Sin embargo, algunos expertos afirman que el mayor default de los últimos tiempos ha sido el de Grecia en 2010, cuando el país europeo, quebrado por la crisis financiera que estalló en 2008, llegó a un acuerdo con los tenedores de bonos para pagarles 138 mil millones de dólares menos de lo que debía: $410 mil millones en concepto de deuda pública.

Se trató de una reestructuración que estuvo bajo los auspicios de la Unión Europea y el FMI.

De todas maneras, los economistas creen que es muy difícil hablar del «mayor default de la historia», ya que es complicado comparar cesaciones de pagos del pasado, en monedas cuyos valores son difíciles de actualizar, con las más recientes.

6.- Hay muy pocos países que nunca han dejado de pagar sus deudas o las han reestructurado. 

Entre ellos figuran Suiza, Bélgica, Noruega, Finlandia, Corea del Sur, Singapur y Nueva Zelanda.

Países como EEUU, Reino Unido y Alemania, si bien no tienen un historial limpio, son considerados «creíbles» por los mercados internacionales.

Y las principales razones son dos: porque han tenido largos períodos libres de defaults y porque son los grandes acreedores del mundo en cuanto a la cantidad de capital que prestan.

DesdeLaPlaza.com/BBC Mundo/La Nación/AMB

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