“De los 43 de Ayotzinapa depende el futuro de la democracia mexicana”, dijo hoy el historiador Enrique Krauze, al presentar una trilogía que integra su Biblioteca Histórica, publicada por Tusquets, en el marco de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, que transcurre en esta ciudad hasta el 7 de diciembre próximo.
Para el autor nacido hace 67 años en ciudad de México, los estudiantes normalistas de Iguala “fueron quemados como los judíos en Auschwitz” y mostró su convencimiento de que la versión oficial del Procurador Jesús Murillo Karam es la que “más se acerca a la realidad”.
Fue una conferencia de prensa muy concurrida y que tuvo momentos de tensión cuando un joven profesional del sitio revolucion.com cuestionó algunos de los puntos de vista aplicados por el célebre intelectual mexicano al caso que mantiene en vilo al país y de cuya resolución, insistió, depende el futuro de nuestra democracia.
Krauze, quien ha escrito más de una veintena de libros y que funge actualmente como director de la revista Letras Libres y de la Editorial Clío, no perdió nunca calma. Por el contrario, con voz suave esgrimió todos sus argumentos de análisis de la realidad mexicana, al tiempo que se esforzó para hablar también de la reedición de sus libros históricos en formato bolsillo, sin por ello evitar que el encuentro con la prensa acreditada en la FIL fuera exclusivamente para hablar de política.
“No se puede uno, siendo serio, pronunciar aún si todavía no existen las evidencias científicas que creo van a darse las próximas semanas. Cuando lleguen los resultados del laboratorio de Austria, temo que se confirmará la narración que vimos por la televisión y escuchamos por la radio. Suena lógico que la pareja atroz (el matrimonio Abarca) haya dado a los muchachos revoltosos a la policía, que a su vez los entregó al grupo Guerreros Unidos, que a su vez los ultimó como hacían con los judíos en la Segunda Guerra Mundial. Lo único que les faltó es hacerlos cavar sus tumbas, pero los mataron a sangre fría. Ese crimen se multiplicó porque fue informado en tiempo real por las redes sociales y afectó a la médula de la sociedad mexicana al tratarse de estudiantes. En este país, en 1968, el gobierno masacró a un número indeterminado de estudiantes, así que este hecho tocó un punto muy sensible de la imaginación política mexicana”.
Desde la Plaza/Sin Embargo/AMH